La semana pasada, José Octavio Bordón asistió a la inauguración en el centro cultural de la embajada de Chile en Argentina de la “Matta, a este lado del mundo”, encabezada por la Presidenta Michelle Bachelet. Y días atrás, había aprovechado un viaje relámpago a Buenos Aires del agente de Chile ante La Haya, José Miguel Insulza, para conversar con él: Bordón lo había conocido en Washington, como asesor del entonces secretario general de la OEA.

Ayer, la ministra de Relaciones Exteriores de Argentina, Susana Malcorra, comunicó a autoridades chilenas la designación de Bordón, ex gobernador de Mendoza, como el nuevo embajador en Chile. “Pilo” Bordón, como le dicen en Argentina, fue candidato presidencial del movimiento de izquierda Frepaso en 1995, elección en la que perdió ante Carlos Menem, quien logró su reelección.

José Octavio Bordón durante su campaña presidencial de 1995.

Además, fue diputado nacional entre 1983 y 1987 y luego gobernador de Mendoza. Más tarde asumió como senador entre 1992 y 1996. Y en 2003 asumió como embajador en Estados Unidos, durante todo el mandato de Néstor Kirchner, cargo del que fue removido al llegar Cristina Fernández al poder.

Bordón llegará a Santiago para reimpulsar una agenda de cooperación con Santiago, marcada por el interés de Bachelet y Macri por iniciativas en el ámbito energético. En Chile también ven con interés el rol que el gobierno de Macri puede jugar en la región, desmarcando a Argentina de la órbita chavista, hoy debilitada tras la derrota electoral de Nicolás Maduro.

Pero también hay un tema sensible sobre la mesa: el caso de Galvarino Apablaza, ex frentista requerido por la justicia chilena en el caso del asesinato del senador UDI Jaime Guzmán. El gobierno chileno pidió a Macri revisar la condición de refugiado político que Cristina Fernández concedió a Apablaza, a lo que el nuevo mandatario transandino se comprometió.

José Octavio Bordón en 2003 junto a Néstor Kirchner, quien lo nombró como embajador en Estados Unidos.

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