Las diputadas del Partido Social Cristiano Sara Concha y Francesca Muñoz han sido impulsoras de la Acusación Constitucional (AC) en contra del ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, a raíz de su reclamo por instrumentos educativos en colegios que, a juicio de esa colectividad, son “pura ideología de género”.

Con los días, la ofensiva comenzó a tomar fuerza. Primero se sumó RN y, este lunes, lo hicieron la UDI, Evópoli y el Partido Republicano. Se trata, así, de una primera AC, en este periodo, que cuenta con el apoyo completo, hasta ahora, de la oposición, que suman 70 parlamentarios en la Cámara. Si se considera que esta iniciativa requiere del respaldo de la mayoría presente en la Sala, entonces se podría presumir que ésta puede prosperar, al menos, hasta ahora, en su trámite en la Cámara de Diputadas y Diputados. 

¿Este es un giro conservador de los bloques opositores? En entrevista con T13.cl, la diputada Muñoz dice que la unidad se debe a que esta acción del Mineduc afecta directamente al derecho preferente de los padres a educar a sus hijos.

—Esta semana se concretó el apoyo de la UDI, de republicanos y de Evópoli a la acusación constitucional contra el ministro Ávila. ¿Cuáles fueron los argumentos que entregó para lograr que la derecha, inéditamente en este periodo, se cuadrara ante una Acusación Constitucional?
—Yo valoro el apoyo del Partido Republicano y de Chile vamos. También el de la diputada del PDG Karen y yo espero que se sigan sumando apoyos de parlamentarios. La unidad de esta Acusación Constitucional se da porque es un tema extremadamente sensible, donde se está vulnerando el derecho preferente de los padres a educar a sus hijos. Esto es un tema muy profundo, donde lamentablemente se está adulterando a los niños en una ideología de género que en el fondo los padres no comparten. Las distintas fuerzas políticas se suman a esta Acusación Constitucional por la profundidad, la sensibilidad del tema y la vulneración de los derechos de los niños. Aquí se está vulnerando la Constitución, también la Ley General de Educación. Hay que decir que esto nace desde la sociedad civil, los padres nos llegaban con las denuncias, nos daban a conocer lo que estaba sucediendo en la sala e clase.
 

—El ministro ha sido súper claro en señalar que estos hechos que ustedes acusan ocurren fuera de su gestión, de hecho, en 2017, y que fue modificado en mayo. ¿Cómo lo contraargumenta?
—Son varios materiales que se han ido desarrollando durante todos estos años. Y recordar que el ministro de Educación mantuvo vigente todos estos instrumentos. Por ejemplo hay un material que proponía actividades, por ejemplo, a niños preescolares, donde se decían que se agarraran de la espalda, que se hicieran masajes unos a otros, y que luego dijeran lo que sintieron. En ese contexto el ministro dijo siempre que todo eso estaba vigente; él multiplicó ese material y luego creó otros nuevos instrumentos. Él lo reconoció en una entrevista que dio el martes pasado: dice que todos los instrumentos están vigentes. Él validó siempre todo lo que se estaba desarrollando, y recordar que durante 2022 y 2023 se disparan las denuncias de los padres: las clases de orientación, talleres, el cuaderno de Junaeb. Se está entregando una ideología de género que los padres no comparten.

—Se ha hablado de un giro ultraconservador de la derecha al apoyar esta AC. ¿Lo ve como un triunfo de las ideas conservadoras que usted representa?
—Este apoyo ocurre porque se toca la infancia, se pasa a llevar el derecho preferente de los padres de educar a sus hijos. Esto es muy profundo porque además quitar ese derecho fue rechazado en la propuesta anterior del proceso constitucional. La ciudadanía exige que la oposición actúe en bloque y los defienda, eso quedó claro en las urnas el 4 de septiembre.

—¿No lo ve como un giro conservador de parte de los otros partidos entonces?
—Lo que yo veo son hechos: se tocó a la infancia y eso es de extrema gravedad, el derecho preferente de los padres se debe respetar. Aquí se está invadiendo de manera agresiva, con ideología de género, las salas de clases. Entonces, esto es un hecho. La temática es muy profunda, es muy delicada, porque se está adoctrinando a los niños. Debe dimensionarse la gravedad de lo que está ocurriendo en el sistema educacional chileno. Donde a los niños se les está diciendo que ellos nacen neutros y que ellos escogen entre ser un hombre, una mujer u otro género. Y eso es lo que nos tiene alarmados y que tiene muy preocupados a los padres.

—¿Usted ha podido conversar con parlamentarios de izquierda respecto a este tema y abordar si comparten la gravedad que según usted tiene este asunto?
—Sí, efectivamente, yo he tenido la oportunidad de conversar con algunos y, sí, les hace mucho sentido esto de que no se les ha pedido autorización a los padres, que los padres no han sido involucrados en el ámbito educacional. Los parlamentarios también han percibido que esto es una situación de temas sensible para las familias, para los padres.

—¿Usted cree que en el país la educación sexual estaba bien antes de estos episodios que denuncian?
—En el currículum está establecido lo que es la educación sexual en el ámbito de la biología, de la responsabilidad, de la efectividad y todo lo que ello conlleva. Pero aquí, estas ideologías, la ideología de género, ha salpicado los contenidos normales, porque también los profesores me han manifestado eso. Aquí se está imponiendo una ideología: a los niños se les está diciendo que ellos nacen neutros y eso es extremadamente complejo y ahí es donde los padres levantan la voz. Hay un aprovechamiento invasivo de parte del Gobierno a espaldas de los padres.

—¿Pero usted cree que la educación sexual debiese estar contemplada en los colegios? El diputado Cristóbal Urruticoechea presentó un proyecto para prohibirla.
—No, no... Yo quiero separar las cosas, que una cosa es la del currículum, los contenidos de educación sexual y otra es la ideología. El punto aquí es que estamos hablando de una ideología, que ha salpicado los contenidos. Por ejemplo, el gobierno se ha comprometido constantemente a levantar la ESI (Educación Sexual Integral) que viene a amarrar todas las alertas que nosotros estamos levantando, toda la gravedad que ha pasado con los hechos que relatado que están pasando dentro de la sala clase y, ahora, por ley. La ESI fue rechazada por el Congreso anterior. Pero el gobierno realizó jornadas de educación no sexista para incorporar esta temática dentro de establecimientos educacionales. El gobierno no les preguntó a los padres, no les pidió la autorización y los profesores, muchos de ellos, nos han contado que se han visto forzados. El gobierno dice que no es vinculante, pero eso no es cierto, porque los profesores han sido forzados a realizarlas. Entonces, son varios elementos. Y, vuelvo a insistir, en el fondo aquí, estos hechos son graves porque se está vulnerando el derecho preferente a los padres a educar a sus hijos, porque ellos no comparten la ideología de género.

—Para clarificar: ¿usted no está en contra de la educación sexual?
—No. Lo que está en el currículum, en los contenidos, es una cosa. Otra es la ideología de género. Los hechos son tan graves que creo que esta será la primera Acusación Constitucional que se apruebe en el Congreso en este periodo, para eso estamos trabajando. Yo valoro que toda la oposición esté apoyando esta Acusación Constitucional y ahora espero que desde el oficialismo, o de grupos independientes, se sumen. Yo veo que la oposición votará en unidad la AC contra el ministro de Educación, porque la ciudadanía nos exige que defendamos a los niños.

—¿Por qué descartaron la interpelación como una medida de fiscalización?
—Dada la gravedad de los hechos y porque aquí se ha vulnerado la Constitución en nuestro país. Además el año pasado ya se había interpelado al ministro de Educación.
 

—La oposición siempre ha sido crítica del ministro Ávila... ¿Habrá otros argumentos en esta AC?
—Sí, se está evaluando incorporar otros elementos, como por ejemplo, la violencia en los establecimientos educacionales. También se está evaluando, por ejemplo, la el tema de la deserción escolar... Aún estamos en proceso de redacción.

—¿Cuáles son sus diferencias con Chile Vamos? Ha votado a favor de medidas sociales del gobierno que la derecha no, por ejemplo, salario mínimo.
—Yo soy de centroderecha. Ahí es donde uno se abre a la discusión de apoyar, por ejemplo, al salario mínimo, porque hay que pensar en los trabajadores, hay que pensar en la familia, hay que escuchar a la ciudadanía. En todo caso, yo por ejemplo no estuve de acuerdo con la reforma tributaria, porque no estoy disponible para que se aumenten los impuestos en nuestro país. Ahora, yo creo que el salario mínimo era necesario porque hay que ir a escuchar y apoyar a los trabajadores. Hay que tener equilibrio... en algunas cosas tengo discrepancias y en otras no.

—¿Es de las que está a favor del Estado Social democrático de derecho, por ejemplo?
—No, esa discusión va para otro lado, o sea, yo quiero estudiar con mayor profundidad ese ámbito.

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