El pasado jueves 15 de octubre, el Congreso peruano aprobó la creación de un nuevo distrito en el sur de ese país. La nueva norma refrenda la posición peruana sobre la frontera terrestre, situándola cerca de 260 metros al suroeste del límite defendido por Chile.

Además, tanto en el proyecto de ley que creó el nuevo distrito peruano -llamado La Yarada Los Palos, ubicado al sur de Tacna- como en otros documentos de ese país, se establece que las labores de demarcación de la zona son “prioritarias”.

De acuerdo con el texto discutido hasta la semana pasada en el Congreso peruano, ingresado con la firma del presidente Ollanta Humala, la iniciativa contó con el visto bueno de la Cancillería y del Ministerio de Defensa de ese país.

La ley aprobada señala que el límite sur de la nueva provincia es “por la línea de la frontera, hasta su intersección con el Océano Pacífico en el punto Concordia, punto de inicio de la frontera terrestre” según el Tratado de 1929. Esto es 260 metros al suroeste del Hito 1, defendido por Chile como el inicio del límite.

Además, el texto estuvo monitoreado por la Dirección Nacional Técnica de Demarcación Territorial. Según el mismo documento, para efectos de la demarcación territorial del nuevo distrito, “su tratamiento, atención especial y prioritaria” quedará en manos de dicho organismo.

“El tratamiento de las acciones de demarcación territorial de creación del futuro distrito de La Yarada Los Palos deberá ser atendido de manera especial y prioritaria, siendo de competencia de la Dirección Nacional Técnica de Demarcación Territorial”, establece un comunicado divulgado a fines de agosto por esa repartición peruana.

En Lima sostienen que la iniciativa es de larga data y que tiene como motivación organizar la presencia del Estado para atender el desarrollo de comunidades que se fueron ubicando en la periferia de Tacna, desdramatizando cualquier tensión con Chile.

Sin embargo, en círculos diplomáticos chilenos el tema ha provocado inquietud. Primero, pues con esto Perú reactiva su reclamo terrestre, que quedó fuera de las resoluciones de la corte de La Haya en el juicio por la delimitación marítima.

Y en segundo lugar, la norma se aprueba en la antesala de que los vicecancilleres de ambos países se reúnan en Santiago durante noviembre, en una cita originalmente pensada para retomar las instancias formales de diálogo diplomático tras la tensión por el fallo de La Haya.

De hecho, en Santiago varios resienten que Lima aún mantiene en el Congreso una norma sobre libertad de comunicación, cuyo despacho ha sido pedido desde hace meses por Chile como condición para que ambos países ingresen a la ONU las cartas con el nuevo límite marítimo.

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