Luego de un largo proceso iniciado en 2013, la Corte Internacional de Justicia con sede en La Haya (Holanda) resolvió rechazar la demanda boliviana con que el país altiplánico buscaba que se reconociera una obligación chilena de negociar una salida al mar.

Pese a esto, Bolivia insistiría con conseguir un acceso al mar y las razones están en su Constitución.

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Más allá del juicio, explicó hace algunos días el ex embajador ante la Corte Internacional de Justicia, Gabriel Gaspar, "el problema es que el Estado boliviano tiene una definición estatal de que tiene que luchar por una salida soberana al Océano Pacífico, es un objetivo del Estado, para obtener ese objetivo ellos maniobran comunicacionalmente, tratan de proyectar la imagen muy emocional".

A la vez agregó que "Bolivia mueve a su población, en la defensa oral en marzo el gobierno mandó a construir una bandera de 200 kilómetros, uno podría preguntarse si eso influye en el tribunal, pero para nada. Sí influye en la población boliviana que siente que está haciendo algo para recuperar el mar, ellos instalan esto como un derecho".

Constitución boliviana

Puntualmente, es en el Capítulo Cuarto de la Constitución boliviana, -que fue promulgada en 2009 bajo el mandato del actual presidente Evo Morales-, en su artículo 268 I y II donde se especifica el "derecho irrenunciable" a buscar una salida al mar.

"El Estado boliviano declara su derecho irrenunciable e imprescriptible sobre el territorio que le dé acceso al Océano Pacífico y su espacio marítimo", indica el artículo, agregando en su punto II que "la solución efectiva al diferendo marítimo a través de medios pacíficos y el ejercicio pleno de la soberanía sobre dicho territorio constituyen objetivos permanentes e irrenunciables del Estado boliviano".

Al respecto, el ex embajador Gabriel Gaspar indicó que para la relación futura con Bolivia hay que tener en cuenta esto, puntualizando que "hay que entender que esto es una maniobra multidimensional, y entender que es para largo, vamos a tener dificultades para mucho rato, por eso digo que deberíamos proponer dos cosas a los amigos bolivianos: reconocer que tenemos un gran desacuerdo, hay que reconocer que tenemos un gran desacuerdo, y  acordemos cómo lo manejamos para que no escale, porque ninguno de los dos países queremos que escale".

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