Eran cerca de las 22.30 del 17 de noviembre de 2013 y los resultados parciales entregados por el Servel silenciaron la algarabía que se vivía en el gimnasio municipal de Puente Alto. Según el organismo encargado de las elecciones parlamentarias, el candidato a senador por Santiago Oriente de la UDI, Laurence Golborne, aventajaba a la carta de RN, Manuel José Ossandón, por cerca de 3 mil votos. Esa diferencia, dicen en el entorno del ex edil, parecía irremontable. No era el favorito del gobierno del por esos días Presidente Sebastián Piñera y según los sondeos de opinión de la época, no se perfilaba como el ganador.

Una hora más tarde el escenario cambió. Las nuevas cifras entregadas por el Servel posicionaban a Ossandón con mil votos por encima de la ex carta presidencial. Esa diferencia se mantuvo hasta el cierre del conteo, momento en el senador electo, luego de recibir un llamado de Golborne reconociendo la derrota, agradeció a su “querido Puente Alto”.

Pasaron los meses y mientras Ossandón se alistaba para llegar por primera vez al Congreso, el Presidente Sebastián Piñera se preparaba para devolverle -en ese mismo lugar- la banda a Michelle Bachelet.

Hoy, a más de tres años de ese día, Piñera alista su posible retorno a Palacio. Es el favorito en todas las encuestas y posee un apoyo casi transversal en los partidos de Chile Vamos (es el candidato de tres de las cuatro tiendas del conglomerado). Se trata de un escenario inédito para el sector, en el que a casi siete meses de los comicios la centroderecha mantiene la primera opción para retomar el control de La Moneda.

Sin embargo, hay un flanco abierto que inquieta en la oposición. Una duda que, de paso, no está en manos del sector, sino de la Nueva Mayoría: las primarias comprometidas entre Piñera, Ossandón y Felipe Kast pasaron de ser un escenario controlado a un factor de incertidumbre.

Firmes... por ahora

La posibilidad de que la Nueva Mayoría suspenda sus comicios previos, considerando las presiones que existen al interior de la DC para que el partido llegue directamente a la primera vuelta, preocupan en el piñerismo y en sectores de RN y la UDI. En un escenario donde sólo se realicen primarias en Chile Vamos, la candidatura de Ossandón podría verse robustecida considerando la posibilidad que sectores adherentes a la centroizquierda busquen influir en la definición del sector.

En definitiva, sin primarias en el oficialismo, teóricamente cualquier mayor de 18 años que no milite en alguno de los partidos de la Nueva Mayoría podría votar en los comicios de la oposición. Y aquí radica parte del temor que llevó a que, desde la UDI, sinceraran la necesidad de al menos evaluar si es conveniente que Piñera se mida en los comicios de julio, en caso de que el conglomerado de gobierno no haga primarias.

"Si quisieran hacernos daño, podrían movilizar gente para distorsionar el resultado de nuestras elecciones primarias. Es difícil, pero puede pasar", resume una alta fuente del gremialismo. Según explica, ni Ossandón ni Kast son competitivos frente a Alejandro Guillier, por lo que una teórica movilización de la Nueva Mayoría podría terminar eligiendo al rival "más débil" de la centroderecha y cambiar el escenario electoral.

En este sentido, el debate abierto por la UDI agitó las aguas en Chile Vamos, donde salieron públicamente a aplacar las críticas asegurando que la realización de primarias no está en duda, salvo que cambien las circunstancias actuales. "Y las circunstancias actuales son que la Nueva Mayoría no ha notificado formalmente que baja sus primarias... Pero si lo hacen, habrá que evaluar el nuevo escenario", acota esta fuente.

Piñera observa

“Hay que evaluar si vale la pena mantenerse en ese camino", fue la frase con la que hace unos días la presidenta del gremialismo, Jacqueline Van Rysselberghe, abrió el debate actual. Poco después, el propio jefe de campaña y hombre fuerte del comando de Piñera, Andrés Chadwick, se sumó aseverando que “si las circunstancias cambian, debemos revaluar”.

Así, en medio de este periodo de reflexión, Piñera ha sostenido diversos encuentros con dirigentes de la centroderecha. En reuniones privadas algunos lo incitan a desestimar las primarias, haciéndole ver los riesgos de inscribirse y, por otro lado, las ventajas de enfrentarse en primera vuelta ante una izquierda dividida.

Por su lado, hay quienes también lo han llamado a respetar el acuerdo del conglomerado y evitar que se le atribuya a él la definición de cancelar los comicios, hecho que le podría traer altos costos políticos.

Con esto en mano, dicen en la oposición, el ex Mandatario espera tomar una definición durante los próximos días. Para esto, uno de los hechos esenciales será la definición que tome la Junta Nacional de la DC, programada para el próximo 29 de abril, de ir a primarias o a primera vuelta.

Eso sí, ha transmitido Piñera en su círculo cercano, hasta el momento aún considera las primarias como el mecanismo ideal, pero reconoce -agregan las mismas fuentes- que dicha percepción puede variar.

El “submarino” de Ossandón

Hace meses que en el comando de Ossandón no se veía el optimismo respecto de la presidencial como en esta semana. La derrota de Lagos ante Guillier en el comité central del PS y sus efectos en el oficialismo fueron recibidos como una oportunidad frente al bajo rendimiento en las encuestas del senador ex RN.

Según dicen en su entorno, la posibilidad de que se suspendan las primarias del oficialismo es algo que los beneficiaría.

La apuesta, señalan, es desplegar una campaña contra Piñera en los próximos días (ya habló de "dictadura" en caso de que bajen las primarias). Lograr respaldo entre adherentes de centroizquierda es parte de la estrategia del ossandonismo y, según dicen, el senador posee un número de votantes fieles, que arrastra desde Puente Alto, y que ya se estarían coordinando para ir a votar el 2 de julio. “Nosotros tenemos un submarino que vamos a sacar sólo en la guerra”, dicen en su círculo.

En la última CEP el senador logró un magro 2% en la pregunta sobre "quién le gustaría que fuera el próximo presidente", frente a un 20% de Piñera. Sin embargo, entre quienes dicen tener una valoración positiva del parlamentario, un 47% se declara cercano a la centroizquierda, contra un 21% del ex Presidente. Ahí, creen, podrían encontrar apoyo para las primarias. 

Otro de los cálculos que sacan en el comando de Ossandón es su respaldo en comunas populosas como Puente Alto y La Florida, que están entre las con mayor número de votantes.

El factor Kast

Otro de los protagonistas de esta incipiente polémica en la centroderecha es el diputado y abanderado de Evópoli, Felipe Kast. El parlamentario, que fue ministro de Piñera, había mantenido, hasta ahora, una bandera blanca ante el ex Mandatario. Pese a esto, desde el día que Chadwick se mostró abierto a desestimar la proclamación del bloque por votaciones abiertas, el tono cambió.

Acusó directamente a Piñera de querer “bajar” los comicios y amenazó incluso con llegar hasta la primera vuelta si eso se llegase a concretar. “Evópoli tiene todas las condiciones para ir a primera vuelta. Sin embargo, estamos convencidos de que lo que hoy el país necesita es una coalición como Chile Vamos con primarias”, dijo esta semana.

Y si bien el diputado optó por endurecer su discurso, en Chile Vamos asumen que su postura apunta más bien a mejorar la posición de Evópoli en la negociación parlamentaria del sector. Un hecho que demuestra esto es que su partido presentó su nombre ante el comité de negociación parlamentaria, como una de las cartas para asumir una repostulación al Congreso.

Justamente, dicha negociación parlamentaria, que ha enfrentado al partido con sus socios debido a la aspiración de Evópoli de competir en “igualdad de condiciones”, ha sido definida como una de las carreras clave para hacer crecer la tienda.

Es por esto que mucho al interior de Chile Vamos leen en el cambio de tono de Kast un estrategia para negociar una eventual bajada de su candidatura que le pudiese traer réditos al partido en este plano. Por otro lado, apuestan sectores más aventurados, Kast también tendría entre sus estrategias llegar hasta primera vuelta –en el caso que no haya primarias- con la posibilidad de lograr nuevamente conducir un ministerio durante un eventual nuevo gobierno de Piñera.

Para ambas cosas, dicen en Chile Vamos, tanto los representantes de Ossandón como de Kast en el comité de primarias del bloque han acordado -de manera informal- lograr los mayores beneficios para los candidatos que buscar desafiar a Piñera. Al final, pese a sus diferencias estratégicas y de estilo, ambos ven esta elección como un espacio para posicionar sus figuras personales y en el caso del diputado, a su partido.

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