“Las casualidades de la vida”, comenta el diputado José Carlos Meza cuando recuerda que, con su par de la Cámara, Carolina Tello, se conocieron en un ramo optativo llamado “Derecho Parlamentario” en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Ambos, justamente, eran en ese entonces estudiantes de Derecho de esa casa de estudios y hasta ahí no se habían encontrado.

Era 2010 y Meza y Tello habían entrado a la universidad unos años antes -él hoy tiene 33 y ella 37- y desde ese momento comenzaron a forjar una amistad cercana que, pese a las diferencias “ideológicas”, ha perdurado en el tiempo y los llevó hoy, en caminos opuestos, a la Cámara de Diputadas y Diputados.

Caminos tan opuestos que Meza hoy representa al Partido Republicano -fundado por José Antonio Kast- y Tello al Partido Comunista -liderado por Guillermo Teillier-. En la universidad, sin embargo, ninguno militaba en partidos políticos, aunque ya forjaban ideas firmes. “Claramente yo era una persona de izquierda y claramente él era una persona de derecha”, recuerda hoy la parlamentaria.

Ese ramo optativo de la universidad fue el inicio de una relación de “partners” que los llevó incluso a ser “roomates”. Vivieron en Viña del Mar y Valparaíso, departamentos que también tenían otros integrantes como la hermana de la diputada.

No solo el Derecho en ese entonces los había unido sino que Tello estaba emparejada con el mejor amigo de Meza. Una relación amorosa que con el tiempo llegó a su fin, pero que tampoco impidió que los hoy diputados siguieran manteniendo esta amistad. Tanto así que fueron “roomies” al menos unos cinco años, desde 2011, con algunas interrupciones, hasta 2017, cuando ambos decidieron dejar la Región de Valparaíso.

Meza se fue a Santiago y Tello a Coquimbo. Ambos empezaron a fraguar de manera más clara su carrera política. Meza comenzó a militar en la UDI -tienda a la que renunció en octubre de 2019, para el estallido social- mientras Tello comenzó a delinear su perfil feminista siendo integrante y directora de la Asociación de Abogadas Feministas de Coquimbo (Abofem).

El pacto que deja fuera la política

En esos años de compañeros de departamento, por cierto, pudieron forjar una relación con la familia de ambos. “Nos conocemos todas las historias. Me acuerdo de que hacíamos viajes muy largos desde Valparaíso hasta Chanco. Ruta 5, Cauquenes, Chanco, a ver a su familia. En esos viajes de seis o siete horas, que eran periódicos, tuvimos la oportunidad de conversar muchísimo, muchísimo. Nosotros, eso sí, no hablábamos de política, era como un pacto que teníamos”, cuenta Meza.

Esa suerte de “pacto” de no adentrarse demasiado en la política tuvo su origen, según recuerda la abogada. “Estábamos en la casa, hablando del aborto y la discusión empezó a subir de tono. Yo era de la postura de que debía existir aborto libre para las mujeres, yo le explicaba mi punto desde mi característica de mujer y él era de la postura totalmente contraria a la mía”, comenta Tello.

Entonces agrega que le dijo que si seguían hablando de esos temas iban a terminar súper peleados. “Esos son temas en los que nunca nos vamos a poner de acuerdo”, le recalcó.

“Es súper legítimo que cada quien tenga su posición -continúa relatando la diputada-, entonces, a la vez yo entendí que iba a ser imposible convencerlo de lo que yo pensaba. Y admití también que él a mí tampoco me iba a convencer. En esa lógica, lo que acordamos, fue no hablar de los temas que nos complicaban mayormente para poder tener una convivencia sana, sabiendo que cada uno piensa lo que piensa”.

Esa fue una discusión puntual, recuerdan ambos. En adelante, siguieron siendo tan amigos como siempre. En abril de 2013, por ejemplo, la diputada recuerda con cariño que el “Juano” -como le llama hasta hoy, pues cuenta que en la universidad pensaban que su nombre era ‘Juan Carlos’ y no ‘José Carlos’- la acompañara y esperara mientras dio su examen de grado. “Salí y ahí estaba”, dice.

El inicio del rol parlamentario: “Lo decretamos”

Una vez que cada uno tomó la decisión de vivir en ciudades distintas, Meza y Tello volvieron a encontrarse en el ámbito laboral. Él era asesor legislativo de la entonces diputada UDI María José Hoffmann y ella del diputado DC Iván Fuentes.

Ninguno se olvida de un episodio puntual de ese año, probablemente de 2018: “Nosotros deberíamos estar ahí”, le dijo Tello a Meza mientras iban caminando en Valparaíso, hacia el Congreso. “Ambos como asesores éramos valorados por lo menos por nuestros jefes y por los abogados que trabajaban en las comisiones que participábamos; ellos veían que hacíamos un trabajo muy comprometido, entonces, claro nosotros pensábamos ‘podemos hacerlo bien’… pero nunca nos imaginamos que realmente íbamos a poder llegar ahí”, recuerda Tello de ese episodio.

Tanto los marcó aquel paso por el Congreso que el día que ambos triunfaron en la elección parlamentaria de 2021, ella, por el teléfono, le dijo: “Lo decretamos”.

“Ese día que la llamé se lo recordé: ¿te acordái de lo que dijimos? la Caro cree en la astrología y todo eso entonces ella me responde: ‘Lo decretamos’”.

En todo caso, esa noche, ambos fueron cautos: ninguno quería asumir que habían ganado, querían esperar la mañana siguiente, cuando todo estuviese más firme. Meza tenía el “trauma” de haber visto en primera fila cómo Francisco Chahuán había vencido por 700 votos a Joaquín Lavín en la entonces senaduría de la Quinta Región Costa. Y Tello había tenido problemas con su inscripción ante el Servicio Electoral como candidata a la Convención Constituyente.

“Tolerancia en el diario vivir”

Meza recuerda que el día del juramento, el 11 de marzo de 2022, se encontraron junto a sus familias. Fue emocionante, dicen. Fue como “coronar” una vida de estudio y trabajo constante. Estudiaron juntos para el examen de grado, por ejemplo. Se ayudaron mutuamente con “peguitas”, ‘audiencias’.

“Al papá de la Caro le tengo una estima increíble. Y ese día el viejo estaba más emocionado que mi mamá, o sea, mi mamá estaba súper feliz, pero el viejo se puso a llorar conmigo. Y yo le decía: ‘oiga, caballero, yo soy de derecha, usted es de izquierda’. Y me decía que eso da lo mismo”.

Tello, por su parte, recalca que está feliz de que su amigo haya llegado donde está, pese a las veredas opuestas en las que se encuentran. “Sé que él ha tenido una vida súper esforzada, le ha costado harto, así como a mí también desde el punto de vista económico”, dice la diputada que se licenció del Liceo Carmela Carvajal y, Meza, del Liceo Polivalente Hermanos Sotomayor Baeza.

Mientras, el diputado republicano, en su estilo, comenta que siempre le “echa tallas a la Caro” y le dice: ‘que te vaya bien a ti, pero no a tu partido’.

Pero ambos sacan en limpio lo siguiente: esta amistad puede perfectamente ser reflejo de la sociedad actual. “Los dos hemos podido ser tolerantes con lo que piensa el otro, además, yo le tengo un respeto profesional a él, cuando éramos estudiantes él también era un muy buen estudiante, entonces, claramente va más allá de las capacidades y de las ideologías que incluso tú puedas abrazar. Esto tiene que ver con un sentido de sociedad, humanidad, de democracia, que me parece que es crucial hoy vivirlo no solo desde lo político sino desde la vida misma. No sacamos nada con decir que somos democráticos si en el diario vivir no somos tolerantes con quien piensa diferente”.

¿Qué tienen en común un republicano y una comunista?

Carolina Tello recuerda que uno de sus gustos en común, cuando vivían juntos, eran los gatos. Ella adoptó a “Gala”, una gatita que, en ese entonces, se crio en esos departamentos universitarios. “Con los años, cuando ya cada uno tomó su camino, el Juano adoptó a otros dos gatos, iguales a la Gala”, dice riendo la diputada.

Ese amor por los animales, cuentan ambos, los llevó a presentar juntos un proyecto de ley que sanciona el faenamiento de mascotas. Todo esto porque, cuentan, quedaron en shock con la noticia que salió en mayo pasado de los anticuchos de perros en Estación Central.

En paralelo, Meza respaldó con una firma a Tello en un proyecto de resolución para la prórroga de la fecha de vencimiento de los carnet de identidad a 2023, cuestión que finalmente no se votó porque rápidamente el Ministerio de Justicia ejecutó la idea. “Lo vimos como un pequeño triunfo”, dice Tello.

Y concluye: “Estos son temas que escapan a la ideología, son cuestiones de sentido común y en eso obviamente nos apoyamos, nos ponemos de acuerdo, porque ayudan a que la sociedad avance”. Meza, por su parte, remarca: “Siempre estamos atentos de temas en los que nos podamos apañar”.

Sobre el plebiscito, eso sí, ambos reconocen que es un aspecto que “aún” no han abordado. “Es complejo”, dicen.

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