La aplicación Airbnb, nació en el 2008 en California y tuvo un importante boom, alcanzando presencia en prácticamente todo el mundo y un altísimo nivel de popularidad. 

La pandemia fue, probablemente, uno de los obstáculos más complejos que tuvo que enfrentar esta app, que la llevó a modificar sus cláusulas de cancelación y registrar una caída considerable en su demanda. 

Recientemente, algunos de los países más turísticos, como Italia y Estados Unidos, han comenzado a establecer normas estrictas para que los forasteros alquilen por períodos breves, lo cual ha vuelto a golpear a la compañía californiana, generando una disminución significativa en los márgenes de ganancia. 

Asimismo, de acuerdo con la información entregada por Bloomberg durante esta semana, uno de sus competidores, Vrbo, "incluyó una función que sus clientes venían solicitando desde hacia tiempo: un programa de fidelidad". 

El escenario no es nada fácil para la firma. Uno de sus fundadores, Brian Chesky, hizo un mea culpa y declaró que "nuestro sistema fue diseñado para una empresa mucho más pequeña que creció como loco", añadiendo que "es como si nunca hubiéramos construido completamente los cimientos".  

Chesky reconoció que están trabajando en incluir la Inteligencia Artificial para poder potenciar algunas funciones; hoy por hoy, la usan principalmente para el control de calidad. El empresario sugirió que modernizarse y actualizar tanto el servicio como la experiencia de usuario serían los puntos claves para mantenerse a flote. 

 

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