El dispositivo móvil se ha convertido en un objeto indispensable, que sirve no solo para fines recreativos, sino que también, es una herramienta de trabajo y un elemento fundamental de conectividad. 

Es por este motivo, que ver cómo baja el nivel restante de batería resulta un tanto inquietante y buscamos mantener el celular enchufado siempre que se pueda. 

No obstante, hay que tener mucho ojo, porque si bien muchas veces simplemente se busca el enchufe más cercano, existen situaciones en las que este puede constituir un peligro, por diversos motivos. 

Uno de los lugares más frecuentes en que las personas dejan cargadores de diversos aparatos tecnológicos es en el baño. Dejar el equipo a una distancia razonable mientras estás en la ducha, en realidad es una mala idea producto de la humedad presente en el aire y podría provocarse una descarga eléctrica. 

Otro punto en que muchas veces se deja el smartphone mientras se repone la batería es en la cama, entre las sábanas o las almohadas. Aquí el principal problema es que queda expuesto al calor por un tiempo prolongado, lo cual podría llevar a un sobrecalentamiento. 

Asimismo, se debe evitar a toda costa el conectar el celular al adaptador en un lugar con mala ventilación. Esto también podría llevar a que la batería se caliente e incluso producir un incendio o explosión. Por este mismo motivo es que se recomienda no dejar el dispositivo al interior del auto en verano. 

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