Un nuevo estudio reveló que la Luna se está encogiendo, lo que podría ser suponer un grave problema para futuras misiones espaciales y eventuales colonias humanas.

En concreto, en los últimos cientos de millones de años, nuestro satélite natural ha perdido más de 45 metros alrededor de su centro, lo que ha causado deslizamientos de tierra, terremotos y otras actividades peligrosas, porque su superficie es tan frágil que cuando partes de su corteza chocan entre sí forma estas fallas.

Según cuenta el portal 20minutos, un grupo de científicos de la Universidad de Maryland en Estados Unidos descubrió que esta disminución del tamaño de la Luna está provocando cambios en su superficie, específicamente cerca del polo sur, sitio donde la NASA quiere llegar con su proyecto Artemis.

Los especialistas agruparon las fallas de esta área y las catalogaron como uno de los terremotos lunares más fuertes registrados por los sismómetros Apolo, hace más de 50 años.

¿En qué afecta a los humanos que la Luna se esté achicando?

Además de lo anterior, los expertos descubrieron que algunos lugares podrían estar en riesgo de deslizamientos de tierra si es que llega a haber un terremoto lunar, lo que podría ser un peligro para los futuros humanos que pisarán la Luna en 2025.

20minutos detalla estos terremotos lunares superficiales son causados por fallas en el interior de la Luna y pueden ser "lo suficientemente fuertes como para dañar edificios, equipos y otras estructuras por el hombre". Y a diferencia de los terremotos comunes, los lunares pueden durar horas e incluso una tarde entera.

En concreto, estos movimientos, causados por la disminución del tamaño de la Luna, podrían destruir los imaginados asentamiento humanos en nuestro satélite natural y poner en peligro a los mismos astronautas, porque la NASA espera establecer una presencia a largo plazo en el cuerpo celeste.

"A medida que nos acercamos a la fecha de lanzamiento de la misión Artemis tripulada, es importante mantener a nuestros astronautas, nuestro equipo y nuestra infraestructura lo más seguros posible", mencionó el profesor asociado Nicholas Schmerr.

"Este trabajo nos está ayudando a prepararnos para lo que nos espera en la Luna, ya sea estructuras de ingeniería que puedan resistir mejor la actividad sísmica lunar o proteger a las personas de zonas realmente peligrosas", cerró.

 

Publicidad