En el afán por elaborar productos más ecológicos, las bombillas de papel han surgido como una alternativa que se ha popularizado en todo el mundo. 

De acuerdo con el NY Post, estos utensilios, que aparecieron para reemplazar al plástico a la hora de consumir un bebestible, podrían ser incluso más dañinos para el medioambiente. 

"Creo que deberíamos deshacernos de las pajitas de plástico”, fue lo que dijo hace algunos años el alcalde de Nueva York, argumentando que "tardan cientos de años en descomponerse y están relacionadas con problemas de salud". 

El compuesto de este sustituto hecho con materiales vegetales, que prometía ser más "verde", ha resultado ser aún peor que su versión "malvada", ya que no serían biodegradables, según un estudio citado por el medio estadounidense. 

El motivo de lo anteriormente expuesto es que los compuestos de una pajita de papel, o de bambú, incluyen "PFAS, que son sustancias a base de poli y perfluoroalquilo conocidas como sustancias químicas eternas porque duran mucho tiempo antes de descomponerse".  

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