Hasta hace algún tiempo el Aperol solo era un digestivo que se bebía en los restaurantes después de una comida muy pesada, conocida mayoritariamente en el norte de Italia.

Hoy en día se consume en gran parte del mundo como la base del Spritz, el cóctel de moda en Reino Unido, Francia, España, Estados Unidos o Australia. Por su parte, en Latinoamérica es preferido en países como Argentina, Brasil y Chile.

Pero ¿a qué debe su éxito este trago? Principalmente es porque el Aperol se mezcla con el Spritz, generando una mezcla de sabor bastante llamativa y efervescente.

El Spritz viene del alemán spritzen y significa echar un chorro de agua al vino. Para prepararlo solo se necesita una copa llena de hielo, una rodaja de naranja y luego vino espumante o prosecco (vino de baja calidad) y agua con gas.

Pero hay un problema: el Aperol spritz realmente no es muy bueno. Al menos así lo asegura un artículo del The New York Times.

"Primero, está el Aperol. Además contiene ingredientes como naranjas amargas y ruibarbo (vegetal parecido al apio). En el mejor de los casos, la botella tiene un sabor a sacarina, con un acabado similar al de un jarabe dulce", señala la publicación.

En tanto, Katie Parla, una estadounidense que vive en Roma y es la autora del libro de cocina "Food of the Italian South", indicó que el "Aperol no es mi aperitivo favorito. Me gusta algo que es mucho más amargo. Carece de la complejidad de algunos de los otros competidores".

Pero el vino espumoso que se agrega a la bebida también suele ser un problema. La mayoría de los spritzes son "pesados ​​y de una calidad terrible", dijo Parla. Y si el Aperol spritz no se sirve de inmediato, agregó, "el hielo se derrite y diluye las cosas para que obtengas una versión diluida de algo que ni siquiera es la mejor expresión de la bebida".

Para llamarse spritz, una bebida solo necesita seguir una fórmula: tres partes burbujeantes, dos partes amargas y una parte de soda. Luego se añaden los cítricos, afirma la publicación.

"Creo que la gente tiene la idea errónea de que si lo mezcla con cualquier cosa no importa, porque no lo vas a poder deducir", admite Natasha David, dueña de Nitecap, un bar de Nueva York que dedica una sección completa del menú a spritzes. "Pero sí importa", aclara David.

Si los preparas en casa, debes saber que los spritz son cócteles fáciles de hacer y aún, más fáciles de beber. "Olvídate de cualquier ingrediente además de la medida, los spritzes ya vienen listos para ser incorporados en el vaso. En tanto, el acompañamiento que se le coloque es la clave para que la bebida quede perfecta", finaliza el texto.

Publicidad