Gala Caldirola junto a su esposo Mauricio Isla y su pequeña hija, Luz Elif, dejaron Turquía luego de tres años luego del termino de contrato con el equipo de fútbol Fenerbajçe.

En estos momentos se encuentran de vacaciones en Altea, España, a la espera de la definición del futuro deportivo del "Huaso", que parecería estar en Argentina o en la misma península ibérica. 

Ambos llegaron en 2017 a Estambul, la ciudad más poblada de Europa, con 14 millones de habitantes, etapa que coincidió con el mejor momento televisivo de la modelo, por lo que su viaje a Turquía implicó cancelar y sacrificar muchos proyectos personales. 

En su despedida de la ciudad, Caldirola reconoce que le gusta mantenerse activa y que su estilo de vida no fue lo que esperó desde un principio. 

"Me gusta mantenerme muy activa y estar mucho tiempo en casa, o sea, yo amo ser mamá y esposa, y por su puesto cumplo mis labores de ama de casa pero a mi, ser solo ama de casa es algo que no me llena", reconoció la ex chica reality a Las Últimas Noticias. 

 "Me faltó desarrollarme laboralmente en Turquía. Siempre intentené encontrar la forma de desarrollarme laboralmente y nunca lo conseguí", lamentó Caldirola. 

Por lo tanto, la modelo afirmó que: "No me costó dejar Turquía porque, a pesar de que es un país al que tengo mucho cariño (...) tampoco me desarrollé mucho personalmente allí, no tenía muchas amistades, no tenía trabajo ni nada que me atara a ese país". 

Sin embargo, Estambul fue el lugar donde nació su hija y reconoce que el mejor recuerdo que tendrá fue la experiencia convertirse en madre allí.  "Viví el embarazo, viví el parto, la experiencia de mamá primeriza, y ese es el recuerdo más maravilloso que me llevo de allí", señaló la española. 

Otro recuerdo será el baklava, "que es un postre típico de allá que está muy bueno", expresó sobre su despedida de Turquía. 

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