La historia decía así: dos abuelos habían escapado del hogar en que vivían en una localidad del norte de Alemania, para asistir a un festival de heavy metal.Allí fueron encontrados a las 3 de la madrugada sin muchas ganas de devolverse.

La historia la publicó originalmente Deutsche Welle a raíz un comunicado de la policía de Itzehoe emitido el sábado 4 de agosto. El medio dijo que contactó a la policía de Itzehoe para requerir más antecedentes, pero les respondieron que no había más información para ofrecer.

La historia se popularizó y fue replicada por otros medios en todo el mundo, y tal interés tomó por sorpresa a la policía la que salió a precisar la información.  Los protagonistas no estaban en el festival y tampoco eran ancianos, dijo el portavoz de la policía de Itzehoe, Peter Berndt, a la emisora ​​pública local NDR.

Ambos, en realidad, tienen 58 y 59 años, salieron de la residencia de ancianos en que viven y llegaron a la ciudad de Wacken, donde se realiza el Wacken Open Air, el festival de heavy metal más grande del mundo. Sin embargo, no entraron al evento ni participaron en ninguna actividad relacionada con él.

"Tienen problemas de salud mental... ambos fueron a Wacken de parranda y consumieron alcohol", dijo Berndt a NDR, y agregó que su estado etílico los puso en "situación de necesidad de auxilio".

La policía los encontró en una parada de autobús a las 3:00 a.m., “aparentemente después de perder el último autobús a casa", dijo Berndt.

Los dos fueron llevados a una carpa médica instalada para los asistentes al festival, allí los revisaron y los hicieron esperar un taxi que los llevó de vuelta a su residencia.

Deutsche Welle agregó como descargo que el comunicado original de la policía, describía a los hombres como "personas mayores" y decía que venían de una "casa de retiro" y que  "obviamente les gustaba el festival de metal".

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