En una extensa entrevista con la revista Vanity Fair, Adele (28) confesó el duro momento que le tocó vivir tras dar a luz a su primer hijo, Angelo, fruto de su relación con Simon Konecki (42), su actual pareja.

En una conversación sincera y frontal, la cantante británica admitió sin tapujos que, entre otras cosas, tuvo depresión posparto y que no lo comentó por miedo.

“Mi conocimiento del posparto es que no deseas estar con tu hijo, que estás preocupada de que puedas hacerle daño; te preocupa el no estar haciendo un buen trabajo. Pero yo estaba obsesionada con mi hijo. Me sentí muy insuficiente; sentía como que había tomado la peor decisión de mi vida", admitió. 

Aunque su novio le decía que hablara de esto con otras mujeres embarazadas, ella estaba muy reacia, "yo decía: ‘Carajo, no voy a andar por ahí con un jodido montón de madres’. Y entonces, sin darme cuenta, ya andaba alrededor de otras mujeres embarazadas y con hijos, porque me encontré con que eran un poco más pacientes”, señaló. 

Cuando la periodista de la revista la felicitó por haber sido madre pese a las complicaciones que supone la maternidad siendo famosa, Adele le comentó que para ella es todo lo contrario "lo más difícil es no tener un hijo; mis amigas y yo nos sentimos presionadas para ser madres, porque es lo que los adultos hacen”.

Para una mujer que se convierte en madre la vida profesional  interfiere con la maternidad, dejando en tercer plano la preocupación personal, pero para la cantante de Skyfall no es así. "Nunca me siento culpable cuando no estoy trabajando. Siempre tratas de compensar cosas cuando eres madre. No me importa por el amor que siento por él... No me importa si nunca más vuelvo a hacer algo por mí misma", afirmó.

Y añadió, “amo a mi hijo más que a nada en el mundo, pero a diario, si tuviera uno o dos minutos, desearía hacer lo que se me da la gana cuando se me da la gana".

Ante la pregunta de si desea tener más hijos. "No lo creo", contestó la británica, ya que su novio tiene una hija de una relación anterior que vendría a ser la hermana de Angelo. 

Cuando la conversación se dirijió a sus problemas con el alcohol, la cantante británica confesó que era una consumidora habitual, pero que desde que nació su hijo ella paró de fumar y que ahora solo bebe de vez en cuando unas dos copas de vino a la semana.

"Tener resaca con un niño es un tortura. Solía gustarme estar ebria, pero a medida que me volví más famosa, despertaba a la mañana siguiente y pensaba: ¿qué carajo dije y a quién se lo dije?”

“Pero desde que tuve a mi bebé, no soy tan despreocupada como solía ser. Ahora me asustan muchas cosas porque no quiero morir, quiero estar cerca para mi hijo. Soy muy cautelosa con cosas que antes no", concluyó.

Al final de la entrevista, Adele se refirió a su pareja Simon Konecki y comentó que esta es la relación más seria que ha tenido. “Después de lanzar mi primer disco, todas las demás personas con las que alguna vez estuve fueron tan inseguras de sí mismas que no podían manejarlo en absoluto. Cuando trato de describirles esto a mis amigos, no siempre lo comprenden, porque van con personas que son de nuestra edad, pero Simon ya es quien es, y yo todavía estoy convirtiéndome en lo que voy a ser. Él es confiable. Es perfecto". 

Publicidad