La combinación entre las altas temperaturas y las exigencias sociales de fin de año están creando un escenario preocupante para la salud mental, aumentando los casos de estrés y ansiedad en esta temporada festiva. 

Nathali Ángel, psiquiatra de Clínica Indisa, comenta que esto ocurre porque "el calor excesivo altera la producción de neurotransmisores como la serotonina y afecta nuestros ciclos de sueño-vigilia. Cuando esto se combina con el aumento de cortisol por el estrés social y económico de las fiestas, nuestro sistema nervioso se sobrecarga significativamente".

"Los efectos de esta combinación entre calor y época festiva son múltiples y complejos", explica la psiquiatra especializada en trastornos del estado de ánimo. 

"Las altas temperaturas nocturnas dificultan el descanso adecuado, lo que deriva en irritabilidad y problemas de concentración durante el día. Este agotamiento físico y mental, se intensifica cuando se suma a la ansiedad típica por los compromisos sociales y las presiones económicas propias de las fiestas. Es una cadena de efectos donde un factor agrava al otro", agrega. 

El calor y el término de año pueden estar afectando tu salud mental: ojo con estas señales de alerta

  • Cambios en el sueño: dificultad para dormir o despertares frecuentes.
  • Alteraciones del ánimo: irritabilidad inusual o tristeza persistente.
  • Síntomas físicos: dolores de cabeza frecuentes, tensión muscular.
  • Cambios cognitivos: problemas de concentración o memoria.
  • Señales conductuales: aislamiento social o pérdida de interés en actividades habituales.

Respecto a esto, la especialista recomienda buscar ayuda cuando los síntomas persisten por más de dos semanas, interfieren en la vida cotidiana, generan pensamientos negativos recurrentes y afectan las relaciones personales o laborales.

Medidas preventivas

Para prevenir los efectos negativos de esta combinación entre calor y estrés de fin de año, los especialistas recomiendan un conjunto integral de medidas. 

En cuanto al ambiente, es fundamental mantener los espacios frescos y ventilados, usar ropa ligera y evitar la exposición al sol en las horas más críticas (entre 11:00 y 16:00 horas). El cuidado del sueño requiere especial atención, estableciendo rutinas regulares, asegurando un ambiente fresco para dormir y reduciendo el uso de pantallas antes de acostarse. 

Para el manejo del estrés, se aconseja practicar técnicas de respiración, realizar ejercicio moderado en horarios apropiados y mantener una alimentación equilibrada. En el aspecto social, resulta crucial establecer límites claros en los compromisos, planificar las actividades con anticipación y, sobre todo, reservar tiempo suficiente para el descanso personal.

La doctora Nathali Ángel propone un plan de acción gradual, que comienza con medidas preventivas diarias como mantener una hidratación constante, realizar pausas regulares para descansar y practicar técnicas básicas de relajación

Ante las primeras señales de malestar, recomienda intensificar el autocuidado, compartir las preocupaciones con personas de confianza y reevaluar los compromisos sociales. Si los síntomas persisten, enfatiza la importancia de dar el siguiente paso: consultar con profesionales de la salud, considerar la necesidad de apoyo psicológico y realizar los ajustes necesarios en las rutinas diarias para priorizar el bienestar personal.

"La ayuda profesional es fundamental cuando los síntomas interfieren con la vida diaria", afirma la psiquiatra Nathali Ángel. Frente a las dudas, se recomienda:

  • Consultar con médicos de cabecera.
  • Contactar servicios de salud mental.
  • Participar en grupos de apoyo.
  • Utilizar líneas de ayuda disponibles.
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