Carolyn Hartz tiene 75 años y vive en Australia. Hace 33 fue diagnosticada con prediabetes, por lo que decidió que debía darle un vuelco a su vida. Junto con crear SweetLife, una empresa dedicada a la producción de endulzantes, inició una alimentación libre de azúcar.

Desde aquel entonces le comparte al mundo su estilo de vida, convirtiéndose en la actualidad en toda una influencer en Instagram. En esa red social publica sus recetas y menús, además de los hábitos que la han llevado a conseguir una sana figura.

Su historia es como la de muchas personas en el mundo. Se consideraba adicta a los dulces, que consumía de manera descontrolada, hasta que un médico le diagnosticó prediabetes y debió cambiar sus hábitos. Al comienzo fue difícil, pero tras un periodo de desintoxicación del azúcar logró establecer una alimentación saludable.

“Sabemos que nuestro metabolismo se ralentiza a medida que envejecemos, y eso significa que tenemos que tomar el control y tomar decisiones más saludables y trabajar un poco más”, expresó la influencer al contar su historia hace un par de años al Daily Mail Australia.

“Creo que es muy importante ser conscientes del tipo de alimento que comes y de la cantidad de alimento que comes. Ser consciente mientras estás comiendo es un factor enorme”, agregó.

Comer sin sentido puede llevar a un aumento de peso innecesario. Les digo a mis clientes que degusten y disfruten cada bocado. Les ayudará a frenar y será menos probable que coman en exceso”, continuó.

Los cambios que Carolyn introdujo en su dieta se basan principalmente en la ausencia de alimentos con azúcar y procesados, apostando en su lugar por productos naturales, frutas, verduras y cereales sin gluten.

Además, el ejercicio diario es muy importante. La influencer saca a pasear a su perro, hace yoga tres días a la semana y desde los 17 años sigue una misma rutina para el cuidado de su piel, manteniéndola limpia e hidratada cada día. De hecho, a los 30 le quitaron un carcinoma de la nariz, por lo que tampoco se olvida de utilizar protector de piel.

Su historia puede servir a muchos como ejemplo, porque dejar de comer azúcar no es para nada sencillo. Numerosos estudios prueban su poder adictivo y dejar su consumo produce un estado de abstinencia, el que en algunos casos puede presentar episodios de tristeza y hasta signos de depresión.

Sin embargo, tras un par de semanas comienzan a aparecer los beneficios: como recuperación de energía, reducción de la inflamación crónica y mejora de la respuesta inmune del organismo, aumento de la calidad del sueño y pérdida de peso.

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