Comenzó su vida de una forma espectacular, tras la erupción de un volcán submarino en el Océano Pacífico.

Y podría tener pistas para resolver uno de los grandes misterios del planeta rojo.

La isla Hunga Tonga Hunga Ha'apai o HTHH literalmente explotó desde las entrañas del océano en 2015.

En un principio los científicos pensaron que desaparecería en cuestión de meses, pero un nuevo estudio asegura que podría durar entre 6 y 30 años.

Y la NASA espera seguir de cerca la vida de la isla, ya que su nacimiento se asemeja a los procesos geológicos que habrían tenido lugar en Marte.

¿Comunidades microbianas?

Si Marte efectivamente tuvo islas que nacieron de erupciones marinas, esto plantea otra posibilidad crucial.

En la Tierra, los procesos volcánicos submarinos suelen crear condiciones favorables para la vida de comunidades de microbios.

Lo que ocurra con HTHH puede ser entonces un modelo que permita comprender la vida pasada de Marte y si el planeta rojo albergó vida.

"La idea es que estudiando esta isla lleguemos a comprender el comportamiento del agua en el pasado de Marte, su profundidad y duración", le señaló Jim Garvin, investigador del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, al corresponsal de ciencia de la BBC Jonathan Amos.

"Así que vamos a usar a HTHH en la Tierra para entrenarnos en la comprensión de Marte".

Garvin y sus colegas presentaron sus estudios sobre la isla volcánica en la reunión de la Unión Geofísica de Estados Unidos, American Geophysical Union, que tiene lugar actualmente en Nueva Orleans. El encuentro es el mayor a nivel mundial de investigadores en ciencias geológicas y planetarias.


Isla "bebé" en el Pacífico

  • La isla HTHH tiene cerca de 200 hectáreas
  • Emergió entre dos islas ya existentes, la isla Hunga Tonga y la Hunga Ha'apai.
  • Las tres islas se encuentran sobre un volcán submarino de 1,5 km de altura.
  • La nueva isla podría durar entre 6 y 30 años

Explosión violenta

La isla HTHH se formó tras la erupción del volcán Hunga, una montaña de de 1,3 km de altura sumergida en el archipiélago de Tonga en el Pacífico suroeste.

La nueva isla emergió en lo que se conoce como una erupción surtseyana, un fenómeno que hace referencia a otro similar que dio vida a la isla de Surtsey cerca de Islandia, en el Atlántico Norte entre 1963 y 1967.

En este tipo de eventos, el magma caliente entra en contacto con el agua fría del océano dando lugar a una explosión violenta de ceniza y fragmentos de roca.

El material se deposita luego sobre la superficie oceánica, formando un cono que en el caso de HTHH tiene más de 100 metros de altura.

Esenciales para la vida

Se trata de la primera vez en la era espacial moderna que una isla nacida de esta forma no desaparece rápidamente.

"Esperamos obtener una secuencia del ciclo de erosión de la isla, y esto nos dará una secuencia modelo para investigar un fenómeno similar en Marte".

"Si encontramos esos rastros en Marte, será posible determinar si el agua en este planeta era lo suficientemente profunda y presente durante el tiempo suficiente para causar erosión".

El agua y el tiempo son ingredientes esenciales para la vida, al igual que fuentes de energía y nutrientes.

En la Tierra, todas estas condiciones están presentes en las llamadas fuentes hidrotermales o fumarolas, grietas desde las cuales fluyen agua y minerales en el fondo del océano.

Esos sitios hospedan comunidades complejas de microbios que se alimentan de las sustancias químicas disueltas en los fluidos que surgen de las rocas a altas temperaturas.

Marte 2020

Marte está seco actualmente pero no siempre fue así.

Y si tenía islas volcánicas similares a HTHH o Surtsey entonces sus restos serían el mejor lugar para el nuevo rover o vehículo de exploración de la geología marciana que la NASA enviará al planeta rojo en tres años, el Mars 2020.

"Los sistemas hidrotermales en Marte siempre han sido considerados uno de los lugares en los que podría haber emergido la vida en el planeta rojo en el pasado o el sitio donde podrían encontrarse minerales que la hayan preservado", dijo Garvin a la BBC.

"Es lo que se llama potencial de preservación de indicadores biológicos y encontrar esos signos será una de las misiones del rover Mars 2020".

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