Esta semana llega el verano a Europa y con él, las vacaciones.

Millones de europeos cruzarán las fronteras para relajarse en otro país de la región y los hoteles del continente se preparan para recibirlos.

Pero, entre alemanes, rusos y franceses, hay un turista al que la industria hotelera recibirá este año con sentimientos encontrados: el de Reino Unido.

En lugares como España, los británicos son los principales turistas: suponen uno de cada 4 visitantes y en 2016 sumaron más de 17 millones, según su Instituto Nacional de Estadística.

Así que su llegada es crucial para el turismo. Sin embargo, este año los hoteleros españoles se preparan para vigilar de cerca y con recelo al que hasta ahora era su más fiel cliente.

El motivo es una supuesta estafa que se ha incrementado en el último año y que sólo pueden cometer quienes viajen desde Reino Unido.

Vacaciones gratis

El fraude consiste en contratar en Reino Unido un paquete de vacaciones con todo incluido y, al volver, presentar una denuncia contra la agencia de viajes por intoxicación.

La queja es haber comido durante la estancia en el extranjero algo que les provocó diarrea o vómitos.

Como el paquete comprado abarca el desayuno, el almuerzo y la cena; los viajeros alegan que la fuente de intoxicación no puede haber sido otra que el restaurante del hotel.

Así que exigen la devolución del total del importe que pagaron por sus vacaciones y una compensación.

Lo normal es que lo consigan y que las disfrutadas vacaciones les salgan completamente gratis.

US$67 millones en denuncias

La estafaha sido detectada en Portugal, Chipre, Grecia y España, sobre todo en zonas de sol y playa.

Según la asociación de agencias de viajes británicas ABTA, decenas de miles de británicos hicieron reclamaciones de este tipo el año pasado.

En España, el monto total que estos turistas exigieron en 2016 ascendió a 60 millones de euros (US$67 millones), según la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat).

Los hoteleros se quejan de que empresas especializadas en tramitar reclamaciones rondan sus instalaciones ofreciendo a sus huéspedes participar en el fraude.

Reparten folletos y explican a los turistas cómo pueden recuperar el dinero gastado en las vacaciones con una simple denuncia de la que ellos se harán cargo a cambio de una comisión.

La ley británica no exige ningún certificado médico para interponer este tipo de reclamos, basta con mostrar la factura de algún medicamento antidiarreico comprado en la farmacia.

Las demandas se pueden presentar hasta tres años después del viaje.

Los costes de litigar en Reino Unido son tan altos, que las agencias de viaje prefieren llegar a acuerdos con los clientes.

Los hoteleros se rebelan

Los más perjudicados, sin embargo, son los hoteles extranjeros.

Les resulta demasiado caro ir a juicio en Reino Unido y no pueden participar en la negociación entre los turistas y las agencias, que les descuentan este dinero perdido.

Por eso, muchos se han puesto mano a la obra y estudian métodos de control sobre estos turistas.

Directores de grandes hoteles mostraban esta semana en la televisión española tarjetas que registrarán cada movimiento del viajero. Este tendrá que pasarla por un lector para todo: usar el ascensor, acceder a la piscina o sentarse a tomar el desayuno.

Así buscan evitar casos como el de una pareja británica que demandó a la agencia de viaje Jet2holidays y el Hotel Gloria Palace un año después de haberse ido de vacaciones, según informó el diario de Reino Unido Daily Mail.

Sus abogados aseguraban que habían sufrido "calambres estomacales y diarrea severa" y que esto les había obligado a quedarse en cama, "estropeando" sus vacaciones.

Sin embargo, Jet2 es una de las empresas que ha optado por contratar detectives para lidiar con estas demandas.

En el caso de esta pareja, la compañía descubrió que había consumido 109 bebidas alcohólicas durante sus 9 días de estancia, cuando supuestamente estaban enfermos.

Penas de prisión

La ABTA ha recordado a los ciudadanos quehacer falsas denuncias como esta puede acarrear penas de prisión en Reino Unido o en el extranjero.

El organismo ha admitido que es un "problema británico" que les deja "avergonzados" y ha lanzado una campaña para pedir al Gobierno que intervenga.

La policía española detuvo este mes a dos británicos que se encargaban de captar clientes para una empresa de reclamaciones.

En Grecia, una pareja demandó a un hotel por 10.000 libras (US$7.800) y este decidió devolverles la denuncia con otra por 170.000 libras (US$133.000).

"Intentaron retirar la reclamación pero ahora tienen miedo de perder su casa", afirmó a la BBC Joel Brandon-Bravo, el director de la agencia de viajes Travelzoo.

El director de la agencia Thomas Cook en Reino Unido, Chris Mottershead, advirtió de que este fraude "tiene el potencial de dejar fuera del mercado a muchos hoteleros" y que estos podrían vetar a los turistas británicos ante este temor.

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