El viejo pueblo de Nessebar es prácticamente una isla independiente.

Está compuesto por menos de un kilómetro de casas de pescadores. Hechas de madera y rematadas con tejados de terracota, se asientan sobre una superficie rocosa, unida a la costa búlgara por un estrecho puente terrestre.

También es una densa pila de ruinas sobrepuestas una encima de la otra que datan de hace más de 3.000 años, y está reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.

Al caminar por la parte vieja se ven las calles sinuosas y las casas de pescadores del siglo XIX partidas por la iglesia medieval de San Esteban -decorada con murales de Jesucristo calmando una tormenta y 1.000 figuras del Nuevo Testamento- y las excavadas ruinas de la basílica de Stara Mitropolia, una catedral del siglo V, cuando este lugar era un importante centro bizantino comercial en las costas del Mar Negro.

Pero los arqueólogos y pescadores locales han encontrado reliquias más antiguas que éstas.

Por ejemplo, una acrópolis griega y cerámicas cuyo origen se remonta a antes de las llegada de los romanos.

También murallas construidas por los fundadores de la ciudad, los tracianos, los guerreros ecuestres que dominaron la península balcánica hace más de 2.000 años.

Pero para encontrar los artefactos más sorprendentes hay que irse fuera de la isla y sumergirse en los mares que la rodean.

Barcos griegos intactos

Investigaciones oceanográficas recientes, usando un par de vehículos submarinos operados remotamente, se han adentrado en las aguas del Mar Negro y han revelado piezas de historia antigua jamás vistas con una resolución tan detallada.

Estas misiones submarinas han descubierto barcos milenarios de comercio y guerra, incluyendo el barco naufragado más viejo y mejor conservado: una embarcación comercial griega de alrededor del año 400 yaciendo casi intacta en el fondo marino.

Y entre los restos, otras nuevas evidencias están ofreciendo pistas de algo sucedido hace más de 7.000 años, cuando algunos expertos creen que el Mar Negro era solo un pequeño lago de agua dulce.

Unas muestras geológicas perforadas en el fondo marino podrían, por fin, resolver el misterio de si fue aquí donde las aguas una vez penetraron, aplastaron civilizaciones y crearon la leyenda que conocemos como el Arca de Noé y el Diluvio universal bíblico.

Zdravka Georgieva, arqueóloga marítima del Centro de Arqueología Submarina de Bulgaria, nació en Nessebar y aprendió a bucear en los arrecifes del Mar Negro.

"Quería conocer realmente lo que hay debajo del mar", dice Georgieva, quien primeramente escuchó sobre los inexplorados residuos de antiguos asentamientos y embarcaciones en el pequeño Museo Arqueológico de Nessebar, que alberga un puñado de artefactos históricos.

"Supe por el museo y por la gente de allí, cuando era adolescente, que hay monumentos históricos ahí debajo. Y quería tocarlos y observarlos muy de cerca".

Después de estudiar en la Universidad de Arqueología Marina de Southampton en Reino Unido, Georgieva ha estado trabajando en su "empleo soñado" como parte del Proyecto de Arqueología Marítima del Mar Negro (MAP, por sus siglas en inglés).

Esta iniciativa tiene como objetivo descubrir cómo este mar y sus alrededores han cambiado desde la última Edad de Hielo a través del estudio del fondo marino.

El equipo anglo-búlgaro, liderado por el profesor Jon Adams de la Universidad de Southampton y en sociedad con el Centro de Arqueología Submarina, descubrió el barco griego de hace 2.400 años el año pasado, junto a otras 60 embarcaciones naufragadas en aguas profundas.

Los operadores submarinos remotos escanearon el sitio en 3D y mostraron cómo el barco yacía de costado, con el mástil y el timón claramente visibles al igual que los bancos de remo y los grandes contenedores de cerámica en la bodega.

La edad de oro de los descubrimientos

Georgieva lo llamó "el hallazgo más espectacular hasta el momento" y coincide con otros arqueólogos marinos en que estamos entrando en la era dorada de descubrimientos alrededor del Mar Negro.

Los arqueólogos ya sabían sobre las antiguas civilizaciones construidas aquí y los barcos que comerciaban a lo largo de la costa.

Pero hasta ahora, la tecnología visual no estaba tan avanzada como para ofrecer una imagen tan fidedigna del fondo del mar, haciendo que todo cuanto yacía allí abajo permaneciera bajo misterio.

"Sabíamos por fuentes históricas que se produjeron colonizaciones en la costa del Mar Negro desde Grecia o desde el Mediterráneo, pero no habíamos descubierto barcos. ¿Por qué? ¿Dónde están? ¿Por qué no los encontrábamos?", se pregunta Georgieva.

"En los últimos cuatro años se ha dado un gran paso en cómo investigamos los paisajes y los naufragios sumergidos".

Mares anóxicos

El hecho de que aquí se encuentren barcos tan bien conservados se debe a un fenómeno acuático único, explica el doctor Bob Ballard, famoso explorador de profundidades de mar.

Ballard es un oceanógrafo estadounidense conocido internacionalmente por liderar el descubrimiento de los restos del Titanic en 1985. Desde décadas, ha estado fascinado con el llamado "mar anóxico" debajo del Mar Negro.

Es decir, aguas frías y sin vida, donde el oxígeno está diluido y se permite así una mejor conservación de los restos naufragados.

"Me interesa la anoxia: cuando encontré el Titanic, nos metimos dentro y así vimos un alto grado de preservación. El mar profundo es un museo gigante", dijo Ballard en una entrevista telefónica desde su casa en el Estado estadounidense de Rhode Island.

Como solo unas pocas bacterias pueden sobrevivir en la capa sin oxígeno del Mar Negro, la invariabilidad es más fuerte aquí, pudiendo momificar restos humanos y preservando los momentos posteriores a un naufragio en "perfectas condiciones" durante miles de años.

Entre 1999 y 2014, Ballard lideró una expedición al Mar Negro y el Mediterráneo que fue la primera en explorar este reino sombrío de forma exhaustiva.

Junto a su tripulación, descubrió docenas de buques perfectamente conservados, incluyendo un barco comercial otomano que contenía restos humanos.

"Fue un gran esfuerzo de 15 años de varias expediciones, intentando mostrar que los marineros antiguos fueron mucho más audaces de lo que les otorgaban crédito los historiadores. Esos marineros persiguieron rutas de aguas muy profundas; no solo se limitaron a la costa, también eligieron lanzarse al océano abierto".

El misterio del diluvio universal

Pero tanto Georgieva como Ballard dicen que la exploración de las profundidades proporciona nuevas pistas sobre otro, quizás mayor misterio.

En el bestseller El diluvio de Noé (Noah´s Flood en inglés) de William Ryan y Walter Pitman, geólogos marinos creyeron haber encontrado el origen histórico sobre la leyenda del gran diluvio que eliminó civilizaciones antiguas alrededor del Mediterráneo y el Mar Negro hace 7.600 años.

Anteriormente contada en el mito de la creación babilónica, Enuma Elish, y en la epopeya mesopotámica de Gilgamesh, la historia es más popular por su versión bíblica conocida como el Arca de Noé y el Diluvio universal.

De acuerdo a Ryan y a Pitman, lo que hoy se conoce como el Mar Negro se separó hace 20.000 años del Mediterráneo con la aparición de un terreno montañoso (territorio que hoy comprende Turquía).

La teoría del diluvio universal indica que, debido al final de la última era de hielo en la Tierra, el derretimiento de los casquetes polares causó una gran crecida en las aguas del Mediterráneo.

Dicho aumento del nivel del mar abrió un estrecho entre las montañas, lo que hoy se conoce como Bósforo (en Turquía), causando un diluvio hasta 200 veces más fuerte que las cataratas del Niágara.

En apenas unos meses, se estima que el Mar Negro inundó una masa de tierra del tamaño de Irlanda, a un ritmo de 1,6 kilómetros al día.

En el año 2000, Ballard intentó arrojar luz sobre la teoría de Ryan y Pitman. Descubrió la orilla de antes del diluvio junto a edificios de civilizaciones que vivieron a lo largo de los casi 20 kilómetros de la costa turca del Mar Negro. En su opinión, esos hallazgos refuerzan la hipótesis del gran diluvio.

Pero el proyecto MAP del Mar Negro apunta otra explicación, indica Georgieva.

"Los geofísicos y otros especialistas del Centro Oceanográfico de Southampton dicen que no existe evidencia que pruebe esta teoría. Lo que hemos recogido no prueba este diluvio catastrófico. Los datos muestran más bien un aumento gradual del nivel del mar", dice la arqueóloga marina.

Aún queda información por analizar, pero se refuerza la idea de que las aguas crecieron de forma desapercibida, al ritmo de metros durante siglos, incluso milenios.

De cualquier forma, Ballard llama al Mar Negro como un "lugar mágico", un área con "una increíble cantidad de historia" que tiene mucho más que ofrecer a los arqueólogos que la conexión con la histórica leyenda del Diluvio universal y el Arca de Noé.

"El Mar Negro tiene eso (la conexión bíblica); también es el lugar donde Jasón y los Argonautas fueron en busca del Vellocino de Oro", como en la miniserie estadounidense del año 2000. Hay mucho por descubrir aquí. Ahora que sabemos dónde y cómo buscar, creo que veremos cómo el Mar Negro produce más capítulos de la historia humana", añade Ballard.

Riqueza histórica

Bulgaria alberga una riqueza arqueológica histórica heredada de romanos, griegos y otras sociedades antiguas, similar a lo que buscan los turistas en sus vecinos del Mediterráneo: Italia y Grecia.

Pero aquí, los descubrimientos se han producido de forma acelerada, especialmente desde que la financiación se incrementó en 2007 con la entrada de Bulgaria en la Unión Europea.

Nessebar se sitúa en un tramo de costa a algo más de 100 kilómetros en carro de la ciudad de Varna en el Norte y a casi 70 kilómetros de la península de Sozopol en el sur.

La riqueza histórica del enclave está sentando las bases de un rastro arqueológico búlgaro emergente.

En 2012, el descubrimiento de la ciudad de Solnitsata, catalogada (no sin polémica) como el asentamiento prehistórico más antiguo de Europa se unió a otra maravilla descubierta en 1972: la Necrópolis de Varna, considerada el tesoro de oro más antiguo del mundo.

El tesoro data de alrededor del año 4.500 a.C., muchos años antes de que se construyeran las pirámides de Egipto.

Si bien los hallazgos del proyecto MAP en el Mar Negro están muy profundos para las visitas turísticas, se organizan excursiones de buceo alrededor de los muros defensivos originales de Nessebar que se remontan a la época de los tracios.

También pueden visitarse acorazados de la Primera y Segunda Guerra Mundial, así como el avión del ex líder comunista búlgaro Todor Zhivkov, que fue hundido deliberadamente en la bahía de Varna en 2011 para crear una especie de arrecife artificial.

Para tener una idea de lo que está en el mar, Georgieva recomienda que los buzos visiten lo que ella llama el "museo abierto" de las fortificaciones de Nessebar, las paredes expuestas en el corto tramo que bordea la isla, junto a otras ruinas similares en Sozopol.

Pero los descubrimientos realizados por el equipo MAP también se están sacando a la luz, y actualmente se exhiben en Mundos Perdidos (Lost Worlds), una exposición que recorre Bulgaria donde los visitantes pueden explorar una recreación digital del naufragio de hace 2.400 años junto a otros modelos impresos en tercera dimensión, que junto al uso de auriculares proporciona una experiencia de realidad virtual.

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