Ni conexión fija, ni celular. Para nadie y en todo un país.

Apagón para que no ocurra lo que parece haberse convertido ya en un hábito entre los estudiantes de secundaria: hacer trampa.

Esta es la medida extrema que tomó el gobierno de Argelia para no poner en riesgo la validez de uno de los exámenes más importantes que se pueden realizar en el sistema educativo del país.

Entre los días 20 y 25 de junio internet se suspendió entre una y tres horas diarias, una vez que dieron comienzo las pruebas de fin de bachillerato que se realizan en todo el país africano.

Además de internet, la ministra de Educación, Nouria Benghabrit, le dijo al diario argelino Annahar que la red social Facebook se bloqueó durante el mismo periodo.

Benghabrit aseguró que no se sentía "cómoda" con la decisión pero "no podemos actuar de forma pasiva ante una posible filtración", valoró.

Antecedentes

Hay una razón importante para tomar una medida de este tipo. En 2016 en Argelia hubo una filtración masiva de las preguntas de los exámenes que se realizan en cada centro.

En muchas ocasiones las preguntas o fotografías de las pruebas aparecieron en grupos de Facebook destinados a cada materia y los alumnos, mientras esperaban su turno de examen, consultaban las respuestas en internet.

Hasta 300.000 de un total de 700.000 alumnos tuvieron que repetir las pruebas.

El año pasado las autoridades pidieron a los proveedores de servicios de internet que no permitiesen el acceso a las redes sociales pero eran medidas voluntarias y no funcionaron.

Exámenes importantes

Estas pruebas se llevan a cabo al fin de bachillerato y son muy importantes para que los jóvenes argelinos puedan conseguir un buen trabajo después de la escuela, así que hay mucha presión para obtener un buen resultado.

"Nuestro compromiso con el principio de equidad y el principio de igualdad de oportunidades nos llevó a tomar todo tipo de medidas e incluyen cortar internet ", dijo recientemente la ministra Benghabrit en una conferencia de prensa recogida por el New York Times.

Pero no solo basta con que el servicio de internet haya sido interrumpido en todo el país. También se han asegurado de que nadie, ni alumnos ni personal docente, entrara en los centros de exámenes con dispositivos electrónicos.

Para ello instalaron detectores de metales a la entrada de los más de 2.000 locales habilitados para realizar la prueba, además de instalar cámaras de vigilancia.

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