Una prueba casera de orina promete ayudar a muchas más mujeres a descubrir si están en riesgo de padecer cáncer de cuello uterino, como alternativa a la prueba de Papanicolau y sin requerir una visita al ginecólogo.

Científicos de la Universidad Queen Mary de Londres (Reino Unido) pidieron a 600 mujeres que proporcionaran muestras recabadas por ellas mismas para su análisis con un test que fue definido por organizaciones benéficas comoun potencial "punto de inflexión".

Los resultados se presentaron en la Conferencia del Cáncer del Instituto Nacional de Investigación del Cáncer (NCRI), que tuvo lugar en Glasgow y sugieren que el método es factible y que puede llegar a ser muy popular.

Sin embargo, los hospitales de Reino Unido prefieren hacer más pruebas antes de ofrecerlo a sus pacientes.

Aunque eso pase, dicen los expertos, las citologías (o pruebas de Papanicolau) seguirán practicándose en los centros de salud, pero esta podría ser una opción nueva y más sencilla para muchas mujeres.

Los investigadores prevén que las mujeres puedan hacer la prueba en casa e incluso pedir el kit por internet y después enviar las muestras por correo para que sean analizadas en el laboratorio.

Cambios químicos

La doctora Belinda Nedjai, una de las responsables del desarrollo de la prueba, a la que llamaron test S5, dice que mide los cambios químicos que se detectan en las muestras de orina o fluidos vaginales para medir el riesgo de que la mujer padezca cáncer.

Un alto puntaje sugiere que hay un riesgo creciente de que exista una lesión precancerosa.

En el estudio, el S5 pudo distinguir exitosamente qué mujeres tenían lesiones precancerosas diagnosticadas con la forma de detección convencional.

Una prueba crucial

La prueba de Papanicolau tiene como objetivo detectar signos tempranos del cáncer conocidos como pre-cáncer que pueden tratarse para intentar prevenir la enfermedad.

A todas las mujeres con cuello uterino entre 25 y 64 años se les recomienda hacerse la prueba, pero muchas mujeres evitan hacerla, muchas veces por vergüenza a mostrar "el olor o la apariencia" de sus partes íntimas, según reveló una encuesta reciente en Reino Unido.

Otras veces, señalan los datos, es por ingenuidad o desinformación sobre la importancia de esta prueba para detectar el cáncer de cuello uterino, el más común entre mujeres de 35 años en ese país.

Se estima que una de cada cuatro mujeres británicas no se hacen el test cuando se les cita, pero el problema se extiende a otras partes del mundo.

"Potencial" para "revolucionar"

Nedjai le dijo a la BBC que la recogida de muestras para el test S5 por parte de las propias mujeres fue "bastante precisa", si bien la prueba no es tan efectiva como la de Papanicolau.

"Pero lo será pronto", añadió. "Con mejoras, llegaremos a ese punto".

Para ello, dice la especialista, el test deberá probarse en más de 10.000 mujeres.

También cree que este tipo de sistemas caseros podrían estar disponibles en cinco años, al menos en Reino Unido, para mejorar la detección y evitar que algunas mujeres se sometan a pruebas innecesarias.

El doctor español Manuel Rodriguez-Justo, del University College de Londres afirmó que esta es una "emocionante investigación que demuestra que es posible detectar el pre-cáncer cervical, el cual tiene un alto riesgo de convertirse en un cáncer invasivo".

Y todo ello, declaró, "gracias a muestras de orina y vaginales recogidas por mujeres en la comodidad y privacidad de sus propias casas".

"Esto tiene el potencial de revolucionar la forma en que se realiza un seguimiento positivo de la prueba de Papanicolau, además de facilitar las pruebas a mujeres de países sin programa de detección".

Sophia Lowes, directora de información sobre salud de Cancer Research UK, le dijo a la BBC que "los resultados parecen prometedores para detectar mujeres con cambios celulares avanzados".

"Pero necesitamos saber si esta prueba detecta todos los cambios y si es exitosa en un mayor grupo de gente".

Robert Music, director ejecutivo de otra organización británica especializada en cáncer de cuello uterino, Jo's Cervical Cancer Trust, lo definió como "punto de inflexión".

"Para aquellas mujeres que encuentran difíciles los métodos actuales, incluidas las que tienen discapacidades física o traumas, puede significar un acceso a una pruebas de detección que funcionan de manera más aceptable y accesible", afirmó.

"Puede hacer que quienes requieran tratamiento sean identificadas más rápidamente y se reduzca el número de mujeres que se harían investigaciones innecesarias".

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