Es una cirugía extremadamente rara: trasplantar a una persona un riñón que previamente había sido trasplantado a otro paciente.

Y aunque no todos los órganos son adecuados para este procedimiento, si se hiciera más a menudo se podrían salvar miles de vidas cada año, aseguran los cirujanos que llevaron a cabo el trasplante.

En julio pasado, Vertis Boyce recibió una llamada del doctor Jeffrey Veale, director del Programa de Intercambio de Trasplantes del Centro Médico Ronald Reagan de la UCLA (Universidad de California en Los Ángeles).

"Tenemos un riñón para ti", le dijo a la paciente, "pero el órgano tiene una historia inusual".

Esta historia inusual era que el riñón, que originalmente le pertenecía a una joven de 17 años, había sido trasplantado dos años antes a un hombre de 20 que había muerto en un accidente de auto.

Vertis Boyce sería la segunda receptora del órgano. "¿Lo quieres?", le preguntó el médico.

La mujer, que vivía en Las Vegas, había estado durante nueve años sometida a diálisis -un proceso para extraer toxinas y exceso de agua de la sangre- y durante todo ese tiempo había estado en una lista de espera para un órgano,

"Pensé, tengo 69 años. ¿Volveré a tener una segunda oportunidad? Realmente pensé que debería obtener ese riñón", le dijo a la revista The Atlantic.

Boyce se sometió al trasplante, que fue realizado por el doctor Veale, y el procedimiento, dice el cirujano, le salvó la vida.

"Tres vidas"

Boyce recibió el riñón de la familia de Beto Maldonado.

Maldonado había sufrido enfermedad renal durante casi toda su vida y fue sometido a un trasplante de riñón en 2015.

Pero dos años después murió en un accidente de auto y su familia estuvo de acuerdo en que el órgano fuera donado nuevamente.

La familia se reunió con Boyce en marzo pasado y según informa el Centro Médico Ronald Reagan ésta le prometió a la madre de Maldonado, Eva, que cuidaría de sí misma para "cuidar muy bien del regalo" que le había hecho su hijo.

Tal como señaló Veale, "un riñón aquí ayudó a salvar tres vidas".

"En Estados Unidos cerca de 25% de los pacientes que reciben un riñón donado mueren cuando su órgano trasplantado todavía es funcional", dice Veale en un comunicado del Centro Médico Ronald Reagan.

"Volver a trasplantar ese órgano viable a otro paciente que está en la lista de espera dará nuevas esperanzas a los pacientes que, de otra forma, no serían considerados para un trasplante".

Tabú

Hasta hace poco el trasplantar un órgano dos veces era considerado un tabú. Pero desde finales de los 1980 ha habido raros casos de trasplantes "dobles" de riñón, páncreas, corazón y pulmón.

Según un estudio publicado en la Revista Estadounidense de Trasplantes, entre 1988 y 2014 se reutilizaron 38 riñones, 26 hígados y tres corazones en trasplantes dobles.

En Estados Unidos hay 100.000 personas en la lista de espera para un trasplante renal. De los 100.000 sólo 17.000 son sometidos a un trasplante de este órgano y 13 personas mueren cada día esperando un riñón.

Veale cree que si reutilizan los órganos previamente trasplantados se podrían salvar cientos de vidas en este país cada año.

No todos los órganos, sin embargo, son adecuados para el procedimiento.

"Estos riñones han pasado por múltiples asaltos e insultos", le dijo a The Atlantic el doctor Richard Formica, nefrólogo de la Universad de Yale y secretario de la Sociedad Estadounidense de Trasplantes.

"(Pasaron por) la muerte del donante original, hielo, lesión de reperfusión cuando el riñón vuelve a colocarse en el cuerpo, medicamente de supresión del sistema inmune pueden causar daños en el riñón, muerte del segundo donante, hielo otra vez, lesión de reperfusión otra vez", explica.

"Pocos riñones serán suficientemente buenos para un segundo trasplante", agrega el experto.

Aún así, el doctor Vale, que ha llevado a cabo el procedimiento en tres ocasiones, está pidiendo a la comunidad médica que se considere a los trasplantes dobles para que éstos se conviertan en una práctica estándar.

"Esos riñones todavía tienen muchos años (útiles) y pueden salvar otras vidas".

"Incluso si llevamos a cabo el procedimiento y salvamos cinco vidas, habrá valido la pena", dice el médico.

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