Tras la Marcha de las Mujeres y el día sin inmigrantes, llega el turno de los científicos.

Es el Día de la Tierra y en todo el mundo se celebran marchas y eventos para marcar la fecha.

Pero en el caso de Estados Unidos, la convocatoria de las llamadas Marchas por la Ciencia está inevitablemente ligada al contexto político que se vive en el país, con un gobierno que ha anunciado importantes recortes en la inversión científica.

La cita principal tiene lugar en Washington DC, donde la iniciativa de organizar una Marcha por la Ciencia se inspiró en el éxito de la Marcha de las Mujeres que se celebró el pasado 21 de enero en esa y otras ciudades.

Al acto principal le salieron ramificaciones por todo el país y se espera que la segunda marcha más multitudinaria sea la de Los Ángeles, California.

Allí estará la investigadora María Elena Zavala, profesora de biología en la Universidad Estatal de California en Northridge, con la que BBC Mundo conversó sobre el ambiente que se respira en la comunidad científica en medio del gobierno de Donald Trump.

¿Por qué es tan importante esta marcha?

La ciencia está en todas partes. Necesitamos los datos, los recolectamos y los usamos para tomar decisiones fundamentadas. Debemos tener acceso a fuentes públicas de datos recogidos por el gobierno porque si no, no tomaremos buenas decisiones.

Algunas personas han expresado preocupación por la politización de la marcha.

Comparto esa preocupación.

En el pasado, la ciencia en Estados Unidos ha sido respaldada por los dos partidos, por los beneficios que ofrece. EE.UU. está donde está por su inversión, primero en su fuente más importante, las personas, y en segundo lugar en lo que la gente hace a través de la ciencia.

Aprendes cosas sobre cómo funciona la naturaleza y entonces otra gente aplica ese conocimiento, por eso estamos donde estamos, algunas cosas son buenas y otras no tan buenas.

A qué se refiere?

Un ejemplo, tenemos la energía nuclear que puede ser bien utilizada para producir energía limpia pero al mismo tiempo puede dar lugar a la bomba.

El presidente Donald Trump ha anunciado recortes para algunos sectores de la ciencia, especialmente en los relacionados con el combate al cambio climático.

Esto tendrá un impacto importante. No se trata sólo de problemas a los que se tendrá que enfrentar EE.UU., es una cuestión global.

Sabemos ya que algunas enfermedades que estaban limitadas a las zonas tropicales se están empezando a extender hacia el norte porque los organismos portadores de esos males son capaces de sobrevivir en otros ecosistemas.

El cambio climático no sólo afectará a la salud. Por los cambios en la producción de comida, habrá probablemente más personas malnutridas o desnutridas, y finalmente la gente que sufre más los efectos del cambio climático o del deterioro del entorno son los pobres.

Ahora mismo, para poner un ejemplo de lo importantes que son los datos, sabemos que una de cada siete personas en el mundo está mal o desnutrida. La consecuencia, especialmente para los niños, es una muerte temprana porque no pueden luchar contra las infecciones.

Hay implicaciones muy serias derivadas del hecho de no recoger los datos para que los entendamos y quizá podamos hacer algo con ellos. Esa es la parte más complicada para mí como científica.

He elaborado tesis, he hecho suposiciones fundamentadas sobre cómo funcionará un experimento, pero parte de mi tarea es analizar los datos y en algunos casos darme cuenta de lo que no salió como pensaba y concluir que mi hipótesis era errónea.

Tenemos que tener los medios y la voluntad para hacerlo.

¿No es prematuro saber cuál va a ser el impacto, cuando apenas la semana que viene se cumplen los primeros 100 días de Trump en la Casa Blanca?

Ya se nota el impacto, en mi trabajo y en el desarrollo de los estudiantes. Además de la investigación dirijo dos programas centrados en el desarrollo de la generación futura de científicos y no sabemos cuáles serán las consecuencias de un recorte potencial del 20% en la financiación del sistema de Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés).

No sólo para la salud sino para el desarrollo de la nueva generación de científicos. No es un interruptor que puedas prender y apagar, se necesita mucho tiempo para formar científicos buenos y competentes.

Estamos hablando también de latinos que básicamente han sido excluidos de hacer carrera en la ciencia y el gobierno se dio cuenta de que necesitamos el equipo completo, como yo lo llamo, para desarrollar la ciencia.

Sin embargo, Trump asegura que gran parte del dinero que se dedica a instituciones oficiales, incluidas las científicas, se derrocha o no se sabe dónde va. El presidente defiende que el país tiene otras prioridades económicas.

Trump está muy bien protegido, los ricos están muy protegidos ante los caprichos o incertidumbres de la vida, los pobres no.

Además, para mí la ciencia versa sobre la exploración del mundo natural. Nunca sabes realmente a dónde te va a llevar un descubrimiento, si puede cambiar la forma en que vemos el mundo.

Por qué estudiar virus, por ejemplo... el primer virus que fue aislado venía del tabaco. Fue fácil trabajar con él pero además aprendimos mucho sobre los virus porque tienen planes similares.

Otro ejemplo: estamos oyendo hablar de las células HeLa ahora que ha salido la película sobre Henrietta Lacks, pero ¿quién hubiera pensado que intentar hacer crecer células en cultivo era algo más que un ejercicio académico? Y sin embargo aprendimos muchísimo gracias a eso.

Hubo muchos errores, ensayos de prueba-error, muchos experimentos, muchas hipótesis, así es como avanzamos.

En mi caso, recuerdo que mi abuelo le preguntaba a mi papá "¿por qué tiene que hacer tanta investigación?" y mi padre le dijo: "el conocimiento es como el dinero en el banco, tú lo guardas, no sabes cuándo lo vas a usar pero allí está cuando lo necesitas".

Esa es la importancia de la ciencia.

Se suele percibir a los científicos como una comunidad aislada o alejada de la sociedad, quizá eventos como esta Marcha por la Ciencia pueden ayudar a acercar caminos.

Esa es la otra parte. Somos muy apasionados de la investigación, nos entregamos, nos concentramos. No producimos cosas fácilmente reconocidas por la cultura, aunque los productos de nuestro trabajo sí son valorados por esa cultura, pienso por ejemplo en un teléfono inteligente, una computadora,... Sin la ciencia, nada de eso estaría aquí, ¡nada!

Soy realmente muy apasionada de la ciencia, empecé cuando era muy pequeña, cometiendo errores, dándome cuenta de que algunas cosas no salían tan bien como esperaba. Lo hacemos y volvemos a intentarlo una y otra vez, es una mentalidad.

Y pienso que el público no entiende que investigamos duro y que leemos, pero no sólo ciencia, también leemos libros de misterio, nos gusta la cultura, la música, movemos las chanclas cuando estamos intentando bailar, hacemos lo que todo el mundo hace.

Sí admito que algunos científicos no han sido exactamente buenos a la hora de compartir la ciencia con la gente.

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