Cada tanto, en Facebook aparece la imagen de un hombre calvo y de barba blanca que se acompaña con una frase de superación personal.

"Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven hasta él", "Morir mañana es tan bueno como morir cualquier otro día", "Cuántas cosas perdemos por miedo a perder". Y así.

Quien firma las frases al lado de su foto es el brasileño Paulo Coelho, uno de los escritores latinoamericanos que más libros ha vendido en todo el mundo.

Y que gracias a títulos como "El alquimista" o "El peregrino de Compostela" ha logrado consolidarse como un autor popular en los 81 idiomas a los que ha sido traducido.

Sin embargo, lo que tal vez pocos saben es que, en la década de los 70, Coelho fue compositor.

Y que su legado en el terreno musical ha sido calificado como "legendario".

Y eso pese a que numerosos críticos no lo consideran un "buen escritor" y a que el brasileño siempre está en el centro de un debate sobre su calidad literaria.

"Las letras que Coelho escribió junto a Raúl Seixas todavía se escuchan en Brasil con devoción. De lejos prefiero al Coelho letrista que al escritor", le dijo a BBC Mundo el experto musical de la cadena brasileña O'Globo Arthur Dapieve.

La sorpresa sigue: sus composiciones y su activismo lo llevaron incluso a la cárcel.

Sociedad alternativa

Este año, Paulo Coelho publicó una nueva novela llamada "Hippie", que se refiere a una etapa en su vida que tiene mucho que ver con su alter ego como cantante.

"La parte de su trabajo musical que es más recordada es la que hizo con Raúl Seixas, en lo que ellos llamaron Sociedad Alternativa", cuenta Dapieve.

A principios de los años 70 y en pleno régimen militar, Seixas -considerado el padre del rock brasileño- conoce al futuro autor de "El alquimista" después de leer un artículo suyo sobre platillos voladores en una revista del movimiento hippie conocida como "A pomba".

A partir de ese momento, ambos se unieron para formar una sociedad de compositores que, según varios críticos, "cambió el rock brasileño para siempre".

Una de sus canciones más reconocidas fue "Sociedad Alternativa", lanzada en 1974 con el disco Gita, una melodía que llamaba a buscar otro "camino" bajo el régimen del entonces presidente militar Ernesto Geisel.

"Si quiero y quieres / Tomar el baño de sombrero/ O esperar a Santa Claus/ O discutir Carlos Gardel / ¡Entonces, vete!/ Haz lo que quieras / Porque es todo / ¡De la Ley! ¡De la Ley!", se puede escuchar en la canción.

Y remata: "Viva, viva la sociedad alternativa".

La composición tuvo gran impacto -además de que el disco vendió 500.000 copias-, no solo en lo social sino en la historia del rock. Tanto que cuando el "jefe" Bruce Springsteen dio su concierto en Sao Paulo en 2013, inició su recital con la famosa canción.

"Había mucha poesía en sus letras. Y hablaban de un mundo alegórico, con muchas figuras que no se expresaban específicamente en contra de la dictadura, pero que la gente las tomó así. Por eso se convirtieron en autores de un himno", anotó Dapieve.

Prisión

La dupla Raúl Seixas-Paulo Coelho compuso más de 100 canciones que marcaron la historia del rock en Brasil.

Sin embargo, a pesar de que sus versos no hacían mención directa a la dictadura, el gobierno comenzó a notar la influencia que estaban teniendo entre los jóvenes.

Además, la sugerente "Sociedad Alternativa" pasó de ser una canción a convertirse en un movimiento social y cultural.

Y en 1974, después de un recital donde lanzaron varias canciones inéditas, el Departamento de Orden, Política y Social -un cuerpo policial creado por el régimen militar- capturó a ambos artistas y los encarceló, acusados de oponerse al gobierno.

"La verdad es que fueron los peores días de mi vida. Yo salí de la prisión, pero la prisión se quedó en mí", le confesó Coelho al diario "El Comercio" de Perú en una entrevista a mediados de este año.

La nueva era

Las composiciones musicales, sin embargo, son un asunto "del que no me gusta hablar mucho", le respondió el autor a la periodista Christina Fuscaldo, de O'Globo en 2007.

Lo cierto es que, después de su colaboración con Seixas -quién murió de un ataque al corazón en 1989-, Coelho continuó con su carrera como letrista componiendo para otros artistas reconocidos en Brasil.

En 2007, la periodista brasileña Hérica Marmo publicó un libro que tituló "La canción del mago: la trayectoria musical de Paulo Coelho".

Y allí hace una recopilación de las principales canciones que se hicieron conocidas las décadas siguientes en Brasil en la voz de artistas como Sérgio Dias ("Arigatô-Harakiri"), Zé Rodrix ("Mercado de amor"), Rosana ("Quédate un poco más") o Augusto César ("Mi amor, Michelle").

Eso, sin contar las colaboraciones con Rita Lee, a quien le compuso "Carta postal" en la década de 1970.

"Paulo Coelho vertía todo eso que quería decir en sus canciones, en las que se nota lo que iba a contar después en los libros", explicó Marmo.

"Libros que, gracias al éxito que tuvieron, opacaron lo que había hecho en la música brasileña y su trayectoria quedó como escondida".

En 1982 Coelho dejó la música y en adelante ya sólo se dedicó a la literatura.

El 1987 publicó "El peregrino de Compostela". En 1988, "El alquimista".

El resto es historia y frase de autoayuda que circula en redes sociales.

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