"No es mi tipo".

Probablemente todos hemos escuchado a alguien pronunciar estas palabras, ya sea a un amigo cercano o de un personaje de una comedia romántica. Pero a pesar de su prevalencia en las conversaciones sobre las relaciones modernas, casi nadie ha investigado si realmente existe algo así como "mi tipo".

Investigaciones recientes han sugerido que tenemos preferencias de referencia en cuanto a características demográficas y físicas, como la educación, diferencia de edad, color de cabello y altura.

Pero hay evidencias que sugieren que preferimos buscar tipos de personalidad en particular.

Ahora, un grupo de investigadores parece haber encontrado algunas. Y si no estás seguro de cuál es tu tipo, es posible que tengas que verte en un espejo.

En un estudio reciente, investigadores utilizaron el Panel familiar alemán (un estudio interdisciplinar que analiza relaciones interpersonales en Alemania) para analizar cómo más de 12.000 participantes en la encuesta se comportaban en relación con los "cinco grandes" rasgos de personalidad: apertura a la experiencia, conciencia, extroversión, amabilidad y neurosis.

Durante nueve años, los investigadores rastrearon el estado de la relación de estas personas, que también tuvieron que persuadir a sus parejas para que completaran el mismo cuestionario de personalidad por el bien de la ciencia.

Después de nueve años y miles de cuestionarios, los investigadores terminaron con 332 participantes que habían tenido al menos dos parejas románticas diferentes y que estaban dispuestos a participar en el estudio.

Esa es una caída bastante considerable en el tamaño de la muestra, pero más que suficiente para sacar conclusiones firmes de los datos.

Parecido con tu ex (y contigo mismo)

Los resultados mostraron que las parejas actuales de los participantes describieron sus personalidades de manera similar a las parejas anteriores.

Entonces, aunque las personas tienden a creer que sus preferencias de personalidad cambian con el tiempo, parece que tenemos un "tipo" específico que persiste en las relaciones. En la mayoría de los casos, la similitud se probó en dos parejas, pero para los 29 participantes que tuvieron más de dos parejas, los resultados fueron los mismos.

Te guste o no, si estás buscando activamente una pareja, es probable que esta tenga una personalidad más cercana a la de tu ex de lo que quisieras admitir.

Pero tu tipo también podría estar cerca de tu propia personalidad. La investigación mostró que las personalidades de las parejas no solo eran similares entre sí, sino también con los propios participantes.

Buscar un poco de ti mismo en tus parejas puede ayudar a explicar por qué nuestras personalidades tienden a ser relativamente estables cuando interactuamos con amigos y seres queridos. Es mucho más fácil buscar relaciones que nos permitan mantener nuestras ideas de cómo somos.

La única excepción son los extrovertidos en busca de nuevas experiencias. Los participantes que obtuvieron un puntaje alto en la apertura a la experiencia y la extroversión fueron mucho menos propensos a elegir parejas con personalidades similares tanto a sus exparejas como a ellos mismos.

Entonces, si bien nuestras relaciones pueden afianzar quiénes creemos que somos, si estamos dispuestos a salir de lo que sabemos, también ofrecen la oportunidad de descubrir nuevas formas de ver el mundo.

Posibles usos

Este estudio podría tener potencial para citas en línea.

Si bien investigaciones anteriores han tenido dificultades para predecir el deseo romántico por los rasgos y preferencias de la personalidad, esta investigación sugiere que así como los servicios de transmisión de música usan nuestra biblioteca existente para hacer recomendaciones personalizadas para nuevos y emocionantes sonidos, las aplicaciones de citas podrían usar nuestro historial de relaciones para ayudarnos a encontrar futuros pretendientes.

Por supuesto, dado que no sabemos cuánto duraron las relaciones en el estudio, no hay garantía de que tal estrategia funcione.

Demasiada similitud en una relación también puede hacer que las parejas se sientan incapaces de crecer y desarrollarse.

Las personas casadas pueden tener una tolerancia particularmente baja a los comportamientos que su nueva pareja comparte con su exesposo o exesposa, y tal similitud puede generar ansiedad y desesperación.

Por otro lado, tener una pareja actual que se parezca a un ex puede facilitar los procesos de vinculación y ayudar a establecer patrones positivos de interacción. Así que no culpes a las altas tasas de divorcio de una tendencia hacia "un tipo".

Investigaciones como esta no son lo mejor cuando se trata de buscar un alma gemela. Hay muchos otros factores que influyen con quién entramos en una relación romántica. Pero no te sorprendas si la próxima actualización en el estado de tu relación es realmente solo un retorno al status quo.

Este artículo se publicó originalmente en BBC Future. Puedes leerlo en inglés aquí.

Publicidad