No es lo que uno esperaría encontrar en una incubadora pero desde 2013 en distintos hospitales del mundo coloridos cefalópodos de ganchillo o crochet comparten espacio con bebés prematuros.

Están específicamente diseñados para simular un cordón umbilical, y su función es calmarlos al ofrecerles sus tentáculos como un punto de agarre, algo parecido a lo que se encontrarían dentro del útero materno si no hubieran salido antes de tiempo.

Agarrar cualquier objeto que toque la palma es un acto primitivo en los bebés, debido al reflejo de prensión, que se desarrolla mientras están en el útero y se mantiene durante los primeros meses de vida.

Además, los tentáculos evitan que los bebés jueguen o desconecten otros tubos y material médico esencial de la incubadora.

La idea surgió en 2013 en Dinamarca y desde entonces se ha implementado en las unidades de neonatos de hospitales de varios países, como Reino Unido, Estados Unidos y recientemente México.

A Evelyn "le gusta agarrarse"

Evelyn es una bebé británica que este verano compartió su incubadora con dos pulpos rosas. Nació a las 25 semanas de gestación, aproximadamente seis meses, y se pasó otros tres en el hospital.

"Le gusta agarrarse a los tentáculos, he visto cómo los movía y a veces apoya su cabeza sobre uno de ellos", describió su madre.

"A los bebés les gustan y vemos que no tiran tanto de los tubos porque se agarran de los tentáculos en su lugar", le dijo a la BBC Nat Smith, una enfermera de la unidad de neonatos del hospital Frimley Park Hospital, de Surrey, Inglaterra.

"También parecen calmar a los bebés", añadió, ya que pueden mejorar la frecuencia cardiaca y los niveles de oxigenación.

"Los tentáculos se parecen a un cordón umbilical, al que todavía se estarían agarrando si siguieran dentro de sus mamás", comentó la enfermera.

Los pulpos que llegan a este hospital inglés son tejidos específicamente a un tamaño muy pequeño, y donados por un grupo local de artistas.

"Como los bebés son muy pequeños no puedes tener un pulpo grande a su lado", explicó Susan Morris, una de las mujeres que los calceta voluntariamente.

"Pulpos con causa" en México

Siguiendo la experiencia en otros países en México arrancó el pasado mes de julio el programa "Pulpos con causa", coordinado por el voluntariado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la fundación "La Cana".

La iniciativa empezó en el Hospital General de Zona 1A de Venados, en Ciudad de México, pero está previsto que se extienda a otros centros del IMSS.

Los pulpos están tejidos por mujeres en prisión, que participan en el proyecto de la fundación La Cana.

"Estos pulpos son esterilizados por el hospital, es decir, son lavados a 60 grados y deben estar realizados con las medidas y materiales indicados", especifican en su página web.

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