Aunque se trata de un mundo ficticio, el de Pokémon está estrechamente relacionado con el nuestro y ha quedado demostrado en más de una ocasión. Incluso hay una abeja chilena que toma el nombre de un legendario monstruo de bolsillo.

Sin embargo, las conexiones también van en el sentido inverso y los recién lanzados videojuegos Pokémon Espada y Escudo para Switch tienen un desgarrador detalle conectado con el cambio climático.

El protagonista de la historia es el pokémon coral Corsola, que conocimos en la segunda generación de la franquicia con una alegre sonrisa en su rostro.

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Con la introducción de la región de Galar -basada en Reino Unido y la revolución industrial- Corsola obtuvo su forma regional y un cambio de imagen bastante triste. Como se ve a la derecha de la siguiente imagen, el coral aparece descolorido y su alegría se extinguió y claro, se trata de un Pokémon tipo fantasma que según la pokedex "perdió la vida hace miles de años debido a un repentino cambio en su hábitat. Absorbe la vitalidad de la gente con sus ramas".

A la izquierda puedes ver la nueva evolución Cursola. Como puedes ver en su diseño, le rodea el espectro de lo que sería un coral blanqueado.

Todo esto nos hace recordar el fenómeno de blanqueo coral o decoloración de coral, que es el nombre que tiene la pérdida de pigmentación por parte de estos organismos por culpa de la pérdida de relaciones simbióticas en el fondo marino. El cambio climático está entre los desencadenantes de este proceso.

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