A cinco años de haber sido nominado a un premio Oscar, el cantautor Sufjan Stevens reveló el duro momento que está viviendo, al ser diagnosticado con una compleja enfermedad conocida como Síndrome de Guillain Barré.

El artista de 48 años publicó una selfie desde una silla de ruedas en Instagram y contó que tiene un desorden neurológico que lo tiene sin poder caminar. 

"El mes pasado desperté una mañana y no pude caminar. Mis manos, mis brazos y piernas estaban entumecidas y con hormigueo y no tenía fuerza, sensibilidad ni movilidad", relató.

Luego contó que tuvo que hacerse un montón de exámentes y que "los neurólogos me diagnosticaron un trastorno autoinmune llamado síndrome de Guillain Barré".

Stevens contó que se sometió a un tratamiento para evitar la propagación de la enfermedad y ahora está en una fase de "poner mi cuerpo en forma y aprender a caminar nuevamente".

¿Qué es el síndrome de Guillain Barré?

De acuerdo a la Clínica Mayo, el síndrome de Guillain Barré es un trastorno poco frecuente en el que el sistema inmunitario ataca a los nervios, provocando debilidad y hormigueo como primeros síntomas.

La causa del síndrome es desconocida, pero dos tercios de los pacientes han tenido algún tipo de infección en las seis semanas anteriores al diagnóstico. Si bien no hay una cura para el síndrome, hay varios tratamientos para aliviar los síntomas y reducir la duración de la enfermedad.

La recuperación del síndrome, que puede llegar a ser moral, puede tardar varios años y hay personas que quedan con efectos persistentes como debilidad, entumecimiento o fatiga.

Según la clínica Mayo, los signos y síntomas del síndrome de Guillain-Barré pueden incluir los siguientes:

  • Una sensación de hormigueo en los dedos de las manos, de los pies, los tobillos o las muñecas
  • Debilidad en las piernas que se difunde a la parte superior del cuerpo
  • Marcha inestable o incapacidad para caminar o subir escaleras
  • Dificultad con los movimientos faciales, lo que incluye hablar, masticar o tragar
  • Visión doble o incapacidad para mover los ojos
  • Dolor fuerte, que puede ser un dolor sordo, fulgurante o similar a un calambre, y que puede empeorar en la noche
  • Dificultad para controlar la vejiga o la función intestinal
  • Frecuencia cardíaca acelerada
  • Presión arterial alta o baja
  • Dificultad para respirar
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