La restauración no ha tenido suerte estos últimos años. Sólo debemos recordar lo que sucedió en 2012 con el Ecce Homo  -término que agrupa las representaciones de Jesús en el arte cristiano- cuando una octogenaria española intentó restaurar una pintura mural de Elías García Martínez en el municipio de Borja (Zaragoza). 

El resultado catastrófico del retrato de jesús -que quedó irreconocible y borroso- fue restaurado por una vecina del sector de 80 años, y desató la burla de las redes sociales en todo el mundo. 

Ahora, en un museo de Turquía volvió a ocurrir un hecho similar con un mosaico del Museo Arqueológico de Hatay, que data de la época romana. La obra que muestra a la diosa Isis quedó irreconocible por la restauración. 

Mehmet Daskapan, denunció el hecho con mucha indignación. “¿Sabes cuando alguien es sometido a la cirugía estética, que después se le hincha la cara? Pues así ha quedado”, relata a El País

En Twitter, los turcos se burlan de la nueva imágen de la pintura bromeando con que hasta los yihadistas del Estado Islámico -que han atacado el patrimonio en Siria e Irak- podrían haber realizado una mejor restauración.  

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