Recibir el diagnóstico de cáncer de sangre puede llegar a ser abrumador y con este vienen muchas preguntas. Pero primero debemos saber que nuestra sangre fluye a través de los vasos sanguíneos para lograr suministrar nutrientes a todo nuestro cuerpo y todas las células sanguíneas se originan a partir de células madre hematopoyéticas.

El cáncer de sangre comienza cuando las células madre no logran madurar y convertirse en nuestros glóbulos rojos, blancos y plaquetas. Estas células inmaduras o dañadas entran al torrente sanguíneo y se multiplican de manera descontrolada. Uno de los tratamientos para esta enfermedad es un trasplante de células madre, pero debe ser un donante compatible.

¿Qué es un donante compatible? Es una persona cuyas características de histocompatibilidad son iguales a las del paciente. Estas características están determinadas por un cromosoma que heredamos en mitades de padre y madre, por lo que existe una probabilidad de un 25% de tener un hermano 100% compatible.

Esto significa que 3 de cada 4 pacientes no encontrarán ese donante dentro de su familia, lo que lleva a los médicos a buscar a un donante no emparentado en registros como DKMS.

Por azar genético, es posible encontrar a una persona no relacionada que comparta estas características de compatibilidad con el paciente en cualquier parte del mundo. Es decir, su gemelo genético.

La compatibilidad tiene relación con el origen étnico del paciente. Mientras más personas se registren de su país, mayores serán las probabilidades de que todos quienes lo necesiten, encuentren su donante compatible.

Si te registras como potencial donante, tienes a posibilidad de salvarle la vida a alguien que lo necesita. Como Vicente, un niño de 5 años que busca urgentemente un donante de células madre sanguíneas que le permitan una segunda oportunidad.

Si tienes entre 18 y 55 años, vives en Chile y tienes buena salud, puedes registrarte ingresando a dkms.cl.

¿Cómo funciona la donación?

La recolección de células madre sanguíneas puede realizarse a través de dos métodos. Donación por sangre periférica y por medula ósea. En alrededor del 80% de los casos son extraídas por la vía sanguínea.

Durante cinco días se administrará al donante el factor de crecimiento G-CSF, que incremente el número de células madre en el flujo sanguíneo. Durante la administración del medicamento pueden surgir síntomas similares a los de la gripe, sin embargo, según investigaciones actuales, no existen efectos secundarios a largo plazo.

El día de la extracción se hace mediante un procedimiento llamado aféresis, también usado para la donación de plaquetas. La donación puede durar de 4 a 6 horas en uno o dos días consecutivos. En la mayoría de los casos el donante puede abandonar el centro médico el mismo día.

La segundo método se le extrae al donante las células madre desde la médula ósea del hueso de la pelvis. Es un procedimiento que se hace bajo anestesia general. Basta con dos pequeñas incisiones en la zona, las heridas que se producen son tan pequeñas que solo en algunos casos requiere puntos y se cura rápidamente.

La obtención de la médula ósea se realiza con el donante acostado boca abajo y dura 60 minutos. La permanencia en el hospital es de tres días en total. Puede sentir dolor en la zona de la herida, similar a la de una contusión.

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