Gran revuelo causó el lanzamiento del primer teaser oficial del documental de Netflix sobre Meghan Markle y el príncipe Harry.

Tras la difusión de este adelanto, los cuestionamiento no tardaron en llegar, particularmente por dos fotos: una considerada “falsa” y otra como “no autorizada”.

En relación a la foto "falsa", se trataría de una de las imágenes que aparece en el teaser del documental donde se quiere evidenciar el acoso e interés de la prensa en ellos. El problema, según consignó la prensa especializada, es que la imagen fue sacada de contexto.

Lo anterior, porque en realidad la foto fue tomada en la premiere en Londres de Harry Potter and the Deathly Hallows: Part Two, en julio de 2011. Es decir, muchos años antes que ambos se conocieran.

Otra de las fotos que mantiene a la pareja en la palestra es una donde salen tomados de la mano del Palacio Buckingham, captura que habría sido tomada sin permiso, informó The Sun.

En lo concreto, los duques de Sussex habrían contratado a un fotógrafo privado en su último día como miembros de la realeza, pero sin autorización de la reina Isabel II. 

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