Si eres de los que no soportan el sabor del cilantro, no estás solo. Alrededor del 10% de la población experimenta una fuerte aversión hacia esta hierba, y la razón de este desagrado está respaldada por la ciencia y la genética.

Originario del Mediterráneo Oriental y el Medio Oriente, el cilantro ha sido cultivado en Egipto por más de 3.500 años. Su nombre proviene del latín "coriandrum", que a su vez tiene su raíz en el griego "koríandron", y está relacionado con la palabra "koris", que significa chinche de cama. Esta asociación con un insecto de olor desagradable se remonta a la antigua Grecia, donde ya se vinculaba al cilantro con un mal olor.

La percepción del sabor es un proceso complejo que involucra nuestros sentidos del gusto y el olfato. Las papilas gustativas detectan los sabores, que son enviados al cerebro a través de células sensoriales. Para algunos, el cilantro ofrece un sabor fresco y cítrico, mientras que para otros, el sabor recuerda al jabón y su aroma es desagradable. Esta aversión se conoce como cilantrofobia.

En 2012, un estudio realizado por el Monell Chemical Senses Center en Estados Unidos exploró la influencia genética sobre los estímulos sensoriales en mellizos y gemelos. El estudio reveló que un 80% de los gemelos idénticos compartían una opinión similar sobre el cilantro. Esto sugiere que la percepción del sabor del cilantro está influenciada por tres genes receptores relacionados con el olfato: el TRPA1, que detecta sustancias químicas, y los GNAT3 y TAS2R50, que están involucrados en la percepción de sabores amargos.

¿A qué se debe la aversión al cilantro?

Uno de los científicos que lideró la investigación, “Una variante genética cercana a los genes del receptor olfativo influye en la preferencia del cilantro”, Nicholas Eriksson, sugirió que una variante genética cerca de los genes receptores olfativos podría estar detrás de esta aversión al cilantro. Este gen, conocido como OR6A2, regula las respuestas a los aldehídos presentes en varios receptores olfativos. Los aldehídos naturales del cilantro son percibidos de manera desagradable por algunas personas, generando una sensación similar a la de ciertos productos químicos como jabón o artículos de limpieza.

Es importante destacar que el rechazo al cilantro no es una cuestión de gustos personales, sino que tiene una base científica. Aunque alrededor del 10% de la población experimenta esta aversión, estudios han mostrado variaciones según la etnia, con tasas que varían entre el 3% y el 21%.

Una de las razones por las que el cilantro sabe a "jabón" para algunas personas es debido a su contenido de linalol, un compuesto presente en los aceites esenciales de la hierba. Curiosamente, el linalol también es uno de los principales ingredientes de productos de limpieza, cosméticos e incluso insecticidas. Esta similitud química podría ser la clave para entender por qué algunas personas perciben el cilantro de una forma tan negativa, ya que su cerebro asocia estos compuestos con productos de limpieza en lugar de con alimentos.

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