Mey Santamaría, la modelo cubana que permaneció 25 años en Chile, a fines de 2020, en medio de la pandemia, decidió mudarse a Miami junto a su familia. 

Su esposo, el dentista Philip Timmermann y sus dos hijos, Nico (8) y Mía (6), se fueron del país para ir tras una oportunidad de negocios con clínicas dentales y, sumado a que la madre de Mey vive allá, decidieron dejar todo en Chile para emprender. 

En Chile se dedicaba a animar eventos de empresas y también a concientizar sobre las familias de acogida del Sename. "Para nadie es sorpresa que a mí me costó mucho ser mamá, de las dos formas (Mía es adoptada) y en la cuarentena el dedicarme 100% a ser mamá fue descubrir lo que anhelo: estar ahí cada segundo, ver sus necesidades, cocinarles yo misma, que fue algo que aprendí y ahora saco aplausos. Así que cambiaron mis prioridades: dedicarme a mis hijos y mi marido es lo que me tiene plena, me llena y me mantiene en paz", relató en una entrevista para LUN.

Mey Santamaría se fue de Chile para vivir en Estados Unidos

Mey, llegó a Miami -en primera instancia- para acompañar a su madre que vive allá, en un lugar donde en esos tiempos el Covid-19 parecía no existir y esto le preocupó. 

Así, en su búsqueda para instalarse en el país norteamericano, comenzó a encontrar alternativas, ya que, según dice, "no tenía idea de nada", hasta que encontró a Juan Francisco Labbé y Ángela Ascui, dos chilenos que se dedican a ayudar y orientar a compatriotas a instalarse en la zona. "Tienen una empresa en Miami (Labbé Ascui Group) y en Chile, ellos le ayudaron, entre otros rostros, a Maura Rivera y Mark González a instalarse. Con ellos entendí lo importante que es ayudar a otras familias a ahorrarse tiempo, malos ratos y dinero cuando desconoces cómo es el paso a paso acá", señaló. 

"Nosotros, asesoramos con propiedades y la vida acá, y este trabajo calza con mis tiempos entre hijos, casa y gimnasio. No quería ser influencer, que fue algo que me ofrecieron mucho", dijo.

Santamaría agrega que lo que le encantó fue que la empresa tiene un edifico "en el mejor lugar de Wynwood y la idea es que sea de puros chilenos, ya sea para vivir o invertir". 

Actualmente, lo que disfruta de su nueva vida es el estar 100 % dedicada a su familia, "mis hijos están deliciosos, no me quería perder esta etapa". Además, dice no extrañar la TV, mas sí animar y compartir con la gente en persona, ya que eso la llenaba de energía. 

Respecto al inglés, explicó que sus hijos amablemente la ayudan ya que ellos ya hablan el idioma muy bien, incluso, su hijo Nico, le traía copias de sus tareas para ayudarla a aprender. "Lo importante es vencer la vergüenza y hablarlo para soltar la lengua".

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