AFP

El actor estadounidense que acusa a Asia Argento de haberlo abusado sexualmente cuando era un adolescente dijo este miércoles que tenía mucha "vergüenza y miedo" de hablar públicamente contra la lideresa del movimiento #MeToo.

La italiana Argento, que acusó de violación al exproductor de Hollywood Harvey Weinstein, habría pagado a Jimmy Bennett para callarlo luego que la acusara de atacarlo en un cuarto de hotel en 2013.

"Al principio no hablé sobre mi historia porque escogí manejar el asunto de forma privada con la persona que me hizo mal", escribió Bennett en su cuenta de Instagram el miércoles, en su primera declaración desde que estalló el escándalo.

"Mi trauma resurgió cuando ella salió como una víctima", indicó, asegurando que sentía mucha "vergüenza y miedo de ser parte de una narrativa pública".

El actor y roquero tenía 17 años en el momento del supuesto abuso. La edad legal de consentimiento en California es 18. Argento tenía 37.

El diario The New York Times reportó el domingo que Argento pagó a Bennett 380.000 dólares luego que sus abogados amenazaran con demandarla, un mes después que la actriz hiciera pública sus acusaciones contra Weinstein.

"Traté de buscar justicia de una forma que tuviera más sentido para mi en ese momento", dijo Bennett, quien aseguró que "no estaba listo para enfrentar las ramificaciones de que mi historia se hiciera pública".

"Pensé que la gente no entendería lo que pasó desde los ojos de un adolescente", subrayó.

Argento negó el martes haber tenido una relación sexual con Bennett, aseguró que sus acusaciones son parte de una "persecución de larga data" y que lo que la unía al muchacho era "solo una amistad".

Argento y Bennett actuaron juntos en el filme "El corazón es engañoso por sobre todas las cosas" (2004), en el que la italiana interpreta a la perturbada madre del joven.

La actriz se convirtió en una voz poderosa del movimiento #MeToo después de acusar a Weinstein de violarla cuando tenía 21 años en su habitación de hotel en 1997. 

Los abogados de Bennett caracterizaron el encuentro de 2013 en California como un "maltrato sexual" que traumatizó al exactor infantil, afectando su salud mental y sus ingresos, según el Times.

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