por Michael Thurston, AFP

George Clooney viaja al futuro en "Tomorrowland: El mundo del mañana", la nueva superproducción de Disney, una fantasía futurística sobre el papel que pueden jugar los seres humanos en el devenir de la Tierra a través de un mensajo apocalíptico.

El actor interpreta a Frank Walker, un inventor frustrado que conoce por casualidad a una joven fascinada por el mundo científico llamada Casey Newton, interpretada por Brit Robertson.

Ambos se embarcan en una misión para desenterrar los secretos de un universo desconocido en tiempo y espacio, pero conocido por todos como "Tomorrowland".

Durante su peligrosa aventura deben enfrentarse al déspota David Nix, encarnado por la estrella de la serie "House" Hugh Laurie. Pero juntos se dan cuenta de que sus acciones pueden cambiar el destino del mundo.

La película, que se estrena el 21 de mayo en la mayoría de Latinoamérica y el 22 en Estados Unidos, está dirigida por Brad Bird, uno de los grandes de la animación que logró sendos Óscar a Mejor película por "Los increíbles" (2004) y "Ratatouille" (2008), ambas producidas por Pixar.

El título hace referencia además a una de las atracciones de los parques temáticos de Disney.

Clooney, que a sus 54 años no deja de ser una de las estrellas más carismáticas y rentables de Hollywood, se sintió muy atraído por el mensaje de "esperanza" que transmite el film.

"Me gustó cómo plantea que el futuro no es inevitable y que se puede hacer algo (para cambiarlo) si te involucras", explicó el intérprete a la AFP.

"De alguna forma me criaron así en la década de los 60", aseguró, "por eso me gustan este tipo de temas, un poco anticuados".

"No nacemos siendo cínicos"

Clooney también sintió empatía con la idea de que los seres humanos nacen puros de sentimientos y que los impulsos negativos solo aparecen por los estímulos de la sociedad.

"No comenzamos a vivir nuestras vidas siendo cínicos, estando enfadados o siendo intolerantes", apuntó.

"Veo el mundo hoy en día y realmente veo buenas señales por parte de los jóvenes. Es como si el mundo fuera a mejorar".

El cambio climático y la forma que tiene la humanidad de tratar la Tierra es otro de los temas centrales de la trama.

"Somos nosotros quienes creamos este problema, no es otra cosa que lo que le estamos haciendo al medio ambiente", dijo a la AFP Britt Robertson, de 25 años.

"Por eso creo que estamos provocando toda esta serie de películas post-apocalípticas sobre el fin del mundo, ya sea por motivos medioambientales o tecnológicos", añadió.

Disney vuelve a desplegar en esta película toda su artillería pesada en efectos especiales gracias a los 190 millones de dólares que ha destinado al presupuesto.

Pero la crítica estadounidense ha manifestado sus dudas sobre este film, llevándolo a tachar de "decepcionante" y "mediocre", según las palabras usadas por la revista Variety.

Otros, como The Hollywood Reporter, han aplaudido su belleza y su apuesta por una historia que "no pertenece a ninguna franquicia".

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