"La historia que te puedo contar es que antes de componerla, estaba en mi casa con mi pololo y llegó otro pinche que tengo. Me preguntó si podía llegar al departamento y le dije que sí. Mi pololo se enojó y fue toda una pelea de celos. Tenemos una relación abierta hace años, pero en ese momento se enojó. Uno se quedó dormido en la pieza, el otro molesto y yo ahí sin poder ir a ningún lado. Entonces, fui al piano e hice la canción".

Parece simple, pero no. Sebastián Sotomayor cuenta que detrás de su último single "Las polillas" —con un video que ya supera las 32.000 reproducciones en Youtube— hay un esfuerzo por hacer lo mejor para una relación en la que nunca es suficiente. Esa es la carta de presentación del quinto y próximo disco de (Me Llamo) Sebastián, un músico que en seis años de carrera solista ha acumulado cuatro álbumes y un séquito de incondicionales que ríen y sufren con el carácter autobiográfico de su catálogo.

"Las polillas", el nuevo single y video de (Me Llamo) Sebastián.

Una historia que iniciará un nuevo episodio este sábado 27 de agosto en Matucana 100, escenario en el que lanzará oficialmente el sencillo (que tendrá a la venta una edición en formato físico) y donde comenzará a mostrar los destellos de su nueva placa.

"Voy a cantar canciones de mis discos anteriores, canciones nuevas y es un show súper largo para los fans antiguos. Es un momento para celebrar", cuenta Sotomayor sobre el show que fue financiado por el Fondart de Valparaíso.

Además, su quinto LP será editado por Demony, el sello discográfico del productor Cristián Heyne —responsable de trabajos como "Estilo libre" (2015) de Gepe, "Otra era" (2014) de Javiera Mena y "Rebeldes" (2011) de Alex Anwandter—. Eso sí, para el cantautor será más bien "parte fundamental de un nuevo sonido o profundización que estoy haciendo en mi música".

"Es una especie de guía, intelectualmente hablamos varias cosas antes de ponerme a componer. Un guía súper sabio", añade el hombre de "Baila como hombre".

¿Qué es lo que quiere mostrar en su nuevo disco?

"Tengo la firme convicción de que en las cosas cotidianas uno puede hacer una metáfora universal de todo. Lo que quiero con este disco es que mis canciones logren transmitir ese mensaje como esa metáfora de una forma súper limpia, sin adornar tanto. Siento que antes ponía mucho texto y ahora me gustaría fluir entre la música y la letra poca pero precisa. La simpleza es el camino de este disco", expresa Sotomayor.

En lo musical, temas más depresivos que han estado presente en sus presentaciones en vivo, pero menos resaltados en sus producciones de estudio: "Me gustaría no tener que ser chistoso para agradar, ya no me preocupo de eso".

Antes de llamarse Sebastián

Desde que era un adolescente, Sebastián Sotomayor quiso alcanzar la fama. Compatibilizó el colegio con estudios en una academia de canto por cuatro o cinco años; fue a todas las audiciones que pudo y sintió que le debía ir bien por su técnica y por la experiencia acumulada. "Durante mucho rato de mi vida pensé que la música también era una competencia, como que había un puesto para alguien y tenías que ganártelo, como te lo enseña la tele con los programas de talentos o lo que sea. Me costó caleta soltar esa idea", cuenta el músico.

Y continúa: "Pensar que todo se hace de una forma, y que la técnica debiera ser algo rígido o que hay una forma de cantar bien o una forma de componer es un error, porque la experiencia es solo una. Entonces, tienes que hacer lo que más te resuena, y a mí me agotaba estar en ese lugar".

Si Javiera Mena cantara mejor no sería Javiera Mena, sería otra cosa, como que su proyecto se sustenta en otras cosas que son muy bacanes
(Me Llamo) Sebastián

Con esto, (Me Llamo) Sebastián toca el flanco más enjuiciado por la crítica y los oyentes: las voces dentro del pop chileno

"Quizás yo puedo cantar más fuerte, puedo hacer un vibrato, pero solo porque estudié. Pero lo que hace un artista no es eso, es el mensaje que proyecta, las cosas de las que habla, la forma en que toma el mensaje musical. Si Javiera Mena cantara mejor no sería Javiera Mena, sería otra cosa, como que su proyecto se sustenta en otras cosas que son muy bacanes. Entiendo lo que me dices, si fuéramos todos a un programa de talentos quizás estaría entre los finalistas, pero eso es un invento que nos ponen, el hacernos competir entre los artistas, esa competencia no existe en la vida real", asevera.

Durante ese período, a usted le dijeron que debía bajar de peso si quería ser artista, ¿la industria sigue siendo así de discriminatoria?

"Lo que pasa es que yo creo que la tele, en el lugar en el que estaba tratando de meterme en esa época, sí es así aún. Pero en el mundo artístico es otra cosa. Nadie te va a decir no porque eres gordo, porque tú armas tu proyecto solo. En esta época, la música indie o en el arte se valora la diferencia, entonces eso catapultó más mi trabajo", cierra el cantautor.

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