Para una estrella de Hollywood que, según afirma, no tiene que trabajar, Nicole Kidman ha estado bastante ocupada antes de Cannes, donde se proyectan tres de sus películas y una serie de televisión.

"No tengo que trabajar. Trabajo porque aún es mi pasión, es la manera en la que me expreso", dijo en una conferencia de prensa tras la proyección de "The Killing of a Sacred Deer", una de las dos películas de la actriz australiana que compiten por la Palma de Oro.

Kidman, cuyas otras apariciones en las pantallas de Cannes son en la película de ciencia ficción "How to Talk to Girls at Parties", un episodio de la serie de televisión de la cineasta Jane Campion "Top of the Lake" y "The Beguiled" de Sofia Coppola, dijo que ella buscaba proyectos inusuales.

"Quiero apoyar a la gente que está intentando cosas diferentes o tienen un estilo muy, muy particular", añadió.

Eso ciertamente se aplica a "The Killing of a Sacred Deer", en la que interpreta a una madre cuyos hijos se ven afectados misteriosamente por una parálisis, que el director Yorgos Lanthimos dice es una comedia, pero para mucho más una película de terror.

"Me encanta que me pidan estar en esas cosas porque eso es lo que soy", dijo Kidman. "Siempre tuve ese espíritu un poco rebelde donde he ido: 'No me quiero conformar, quiero encontrar una manera de no hacerlo'. Y eso es lo que soy", añadió.

El Festival de Cine de Cannes termina el domingo.

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