El youtuber uruguayo  Yao Cabrera fingió su muerte a manos de motochorros y el video causó una gran conmoción en Internet. Tanto así que sus seguidores en Argentina (donde vive el influencer) se dirigieron hasta el Obelisco en Buenos Aires para pedir justicia y rendirle homenaje.

Sin embargo, se trataba de una mentira: estaba vivo y la policía lo encontró en una fiesta clandestina que celebró en su casa.

El joven, de 23 años, compartió el martes una serie de grabaciones en Instagram y TikTok que lo mostraban manejando un auto de alta gama por una calle junto a un acompañante. En un momento, fue abordado por dos supuestos delincuentes en moto que le dispararon a quemarropa y escaparon a toda velocidad.

En otros videos, se mostró el presunto cuerpo de Cabrera, recostado en el asiento del conductor. También se dejó ver la llegada de una ambulancia al lugar, como si se acercara para brindar asistencia médica.

En medio de la conmoción por la supuesta muerte del youtuber, uno de los colaboradores de Cabrera, Nathan Castro, pidió dinero a través de las redes sociales para poder pagar los gastos de su entierro.

"Necesitamos 30 mil dólares y que se descarguen la app que les voy a dejar en la siguiente historia para poder comprarle un cajón y enterrar a Yao", escribió.

Además de los videos, desde las redes sociales de Cabrera difundieron una convocatoria para movilizarse hacia el Obelisco y reclamar justicia por su supuesto crimen.

La marcha se concretó y, según le confirmó a TN Celeste Núñez -dueña de la casa que arrienda el youtuber- algunos de los concurrentes se subieron a un bus escolar y llegaron a la vivienda.

Como no les permitieron ingresar, aceleraron y rompieron la reja. Todos ellos, terminaron dentro de la fiesta clandestina que fue desarticulada en la mañana del miércoles.

Esta no es la primera vez que Cabrera engaña a sus seguidores para pedirles plata. En julio, el youtuber simuló su secuestro y solicitó ayuda a sus fanáticos para recaudar 30 mil dólares para el pago de un supuesto rescate. Al enterarse de que era todo una farsa, su accionar fue criticado en las redes sociales.

Según informó la propietaria de la casa que arrienda el joven uruguayo en un barrio privado de Benavídez, hace dos meses que no le paga el alquiler y ya debe $1,2 millones de pesos argentinos, entre expensas y servicios. Solo paga el servicio de cable e Internet.

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