Una mujer de 23 años relató que padeció de una persistente tos por meses y que le indicaron que probablemente se debía a un contagio por coronavirus. Sin embargo, todo sufrió un terrible vuelco para su salud.

Se trata de lo vivido por Chloe Girardier, quien señaló que se le negó una cita con el médico en persona debido a que solo presentaba el síntoma de tos, por lo que se le sugería constantemente que concurriera a hacerse un test PCR para ratificar o descartar la infección por COVID-19.

"Es muy difícil conseguir citas; seguían diciéndome que no era elegible a una cita urgente porque era solo una tos. Hubo varias veces que la gente me preguntó si me había hecho el test de COVID y fue frustrante, porque todavía existen otras enfermedades y la tos no es solo un singo de COVID", alegó.

"Sentí que la gente me miraría fijamente cuando tosiera y la gente asumió instantáneamente que debía tener COVID", complementó al respecto Girardier, quien tras insistir logró llegar a atenderse con un profesional, quien le recetó antibióticos, inhaladores y tabletas. Pero todo fue en vano.

Siete citas con el médico después, la mujer se percató que estaba perdiendo peso, por lo que exigió una radiografía de tórax para poder descubrir qué estaba causando su tos.

Según recogió New York Post, el médico le indicó que poseía una masa en el pecho, que medía 10,795 centímetros, que derivó en un diagnóstico de cáncer días después. Era un linfoma de Hogkin, un cáncer poco común del sistema linfático que causa tos persistente, picazón de piel, pérdida de peso, sudores nocturnos y fiebre.

"Estoy presentando una queja a mis médicos porque creo que me han engañado durante mucho tiempo debido a mi edad (…) ahora, como me diagnosticaron tan tarde, tendré que hacerme quimioterapia unos días antes de Navidad", lamentó.

Por lo pronto, la joven espera iniciar el tratamiento dentro de diciembre del 2021 y su familia anunció la apertura de una cuenta de recaudación de fondos para financiar una peluca de pelo real para cuando comience a perder el cabello debido al tratamiento.

"Este cáncer podría haberse detectado tres meses antes y tengo suerte de que sea este tipo de cáncer y no uno que progresa muy rápido", añadió.

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