Sahar Tabar, joven de 19 años conocida en redes sociales como la "Angelina Jolie iraní", rompió el silencio en los medios tras ser liberada de prisión.

La mujer había sido condenada a 10 años de prisión tras enfrentar cargos por blasfemia, incitación a la violencia, obtención de ingresos por medios inapropiados y corrupción de los jóvenes.

Sin embargo, Fatemeh Khishvand, su nombre real, fue puesta en libertad tras pagar una fianza y una presión de organismos humanitarios internacionales.

Tras obtener la libertad, la mujer reapareció públicamente para otorgar una entrevista en Rokna en la televisión iraní.

En tal instancia manifestó que había obtenido su fama a raíz de la manipulación digital de imágenes en Instagram.

En ese sentido, descartó haber sido sometida a cirugías para "parecerse" a la actriz de Hollywood.

"Quería ser famosa desde que era niña (...) en el ciberespacio fue más fácil. Fue mucho más fácil que convertirse en actriz", manifestó la mujer, quien enfatizó que "lo que viste en Instagram fueron los efectos de computador que usé para crear la imagen".

Sobre su futuro, y tomando en cuenta lo que debió atravesar durante meses en prisión, dijo que "estoy segura que ya ni siquiera pondré Instagram en mi teléfono, y mucho menos tendré una página personal".

 

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