El Príncipe Harry y Meghan Markle están buscando casa y sus ojos están puestos en un exclusivo paraíso en Malibú, una ciudad del oeste de Los Ángeles, en California, donde se está construyendo una nueva mansión.
Fuentes cercanas revelaron al medio TMZ que la pareja pasó parte de su fin de semana festivo —el pasado lunes 4 de septiembre se celebró el Día del Trabajador en Estados Unidos— recorriendo un terreno de 8 millones de dólares, casi 7 mil millones de pesos chilenos.
Dichas fuentes también detallaron que el duque y la duquesa de Sussex visitaron una propiedad de casi 6 acres, algo así como dos hectáreas y media. Además, ya habría una caseta de vigilancia frente a la propiedad, una enorme piscina y se han colocado los cimientos para una residencia principal de más de 3 mil metros cuadrados.
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Con vista a Broad Beach, la propiedad es bastante aislada y privada. Hay una puerta y un largo camino de entrada hasta donde se ubicaría la casa principal, lo que sería parte del atractivo para la pareja, destaca el citado medio.
El precio de venta sería de 8 millones de dólares y los planos para la construcción de la casa principal ya estarían aprobados. Si Harry y Meghan adquieren el lote, podrán asumir los costos de construcción, estimados en otros 10 millones de dólares, más de 8 mil millones y medio de pesos chilenos.