Las antiguas creencias son muy poderosas. Eso es lo que cree este grupo de nativos de la etnia Tales en Siberia sobre los restos de una antigua momia descubierta en 1993.

Ellos aseguran que por exhumar sus restos, una maldición caerá sobre ellos y los desastres naturales en la zona se harán presentes con fuerza.

El caso de la "Princesa de Altái" incluso fue llevada a la justicia por parte del líder de esta etnia, quien solicita que sus restos sean devueltos a su lugar de descanso inhumano.

"Nosotros rendimos culto a nuestros antepasados. Los muertos no pueden ser perturbados, y más especialmente ella. No pueden ser objetos de exposición ni ser llevados por todo el mundo. Poco después de que fuese desenterrada sufrimos terremotos, inundaciones, granizo... y nada estaba previsto", aseguró el representante de la etnia, Akai Kine, ante los tribunales de justicia.

Lamentablemente para la tribu, su demanda fue rechazada, por lo que los restos de la momia seguirán en el Museo Nacional de Altái, donde es conservada.

Esta no es una disputa nueva. Los políticos de la zona han incluído en sus campañas la promesa de enterrar los restos de la también conocida "Dama de Blanco", situación que nunca se cumplió.

"La momia se mantendrá a salvo, guardada en nuestro museo, aunque sin ser exhibida públicamente", comentó Sergey Kireev, uno de los responsables del museo, mientas que Artem Ignatenko, presidente de la Unión de Culturas Nacionales, aseguró que "de momento, la momia está en un lugar decente. Es tratada con respeto y su alma se ha calmado. No tiene sentido enterrarla de nuevo".

Según cuenta ABC, "Princesa de Altái" fue desenterrada en 1993 junto a seis caballos con sus respectivas monturas en el helado territorio de Altái (cerca de Mongolia). Desde entonces, se mantiene en el museo, donde se trata constantemente de averiguar más de su pasado.

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