Eddie Hall, un británico de 31 años, aficionado por el mundo del bodybuilind, llegó a ser el hombre más fuerte del mundo en 2017, y único hasta la fecha en llevar a su cuerpo al límite batiendo un record jamás antes logrado y que casi le cuesta la vida: levantar 500 kg en deadlift

Eso sí, lo que en su momento lo llevó a batir un record, a Eddie casi le cuesta la vida. "La presión sobre mi cuerpo era surrealista. Me desmayé después de conseguirlo. Tenía hemorragias nasales y experimenté síntomas de conmoción cerebral durante tres o cuatro semanas", según consigno en entrevista con As. 

Luego de lograr semejante hito, Eddie Hall no era capaz de recordar el nombre de su mujer, ni de sus hijos. "No es saludable hacer algo así, pero es una gran sensación. Soy el primer hombre en levantar media tonelada, he hecho historia y estoy muy orgulloso de formar parte de ella", manifestó el hombre más fuerte del mundo. 

La condición física que llegó a tener Eddie para alcanzar tal hazaña hizo que su salud se viera fuertemente comprometida. Si mantenía el peso que lo llevó a batir el récord de deadlift, moriría en 10 años. Una vez que ganó, pensó en su familia e hijos, y se puso en campaña para perder peso. 

A través de constantes entrenamientos mientras Hall se preparaba para la competencia, este llegó a pesar 196 kilogramos. Desde que salió victorioso y se puso en campaña para mejorar su estado de salud, en casi dos años ha logrado perder alrededor de 40 kilos. Los últimos 10 kilos los logró bajar recientemente, hace más de dos semanas, quedando en el peso de 158 kilos. 

En su esfuerzo por bajar de peso y aumentar su calidad de vida, Eddie ha tenido ciertas fluctuaciones. Su peso varía constantemente pero siempre por debajo de los 165 kilogramos, lo que le ha permitido sentir mejoras en su cuerpo. 

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