Tres mujeres víctimas de trata y de la prostitución. Tres mujeres que encuentran el momento, desfavorable a todas luces, para escapar. Tres mujeres que emprenden un riesgoso, violento y frenético viaje hacia la libertad. Tres mujeres.

Esa podría ser una breve simplificación detrás de "Sky rojo", la nueva serie española de Netflix que debutó este viernes en la pantalla de la 'N' roja. La historia, creada y dirigida por Álex Pina y Esther Martínez Lobato, las dos cabezas detrás de "La casa de papel", ha sido relacionada al ritmo de "Pulp Fiction" de Quentin Tarantino y tiene a Lali Espósito, Verónica Sánchez y Yany Prado como el trío central.

"Está bueno que sorprenda ver a tres mujeres protagonistas. Lejos de mirar el vaso medio vacío de eso es mirar el vaso medio lleno. Cada vez hay más producciones con mujeres artistas, actrices, que merecen tener ese espacio. Siempre parece que las series de acción las tienen que protagonizar hombres y, bueno, en el último tiempo se han hecho maravillas con mujeres a la cabeza", dice la actriz y cantante argentina en conversación con T13.

La voz de "Sin querer queriendo", que interpreta a la desafiante e impetuosa Wendy, señala que su rol y el de sus compañeras de reparto son muy complicados por el tema que relata la serie, pero que la unión fuera del set lo ha hecho muy fácil. "La historia que estábamos contando no merecía más que pura sororidad y amistad que es lo que estos tres personajes muestran en pantalla todo el tiempo, salvándose unas a las otras y acompañándose en esta locura que emprenden", añade.

Interpretando a una prostituta

Verónica Sánchez cuenta que para adentrarse en la piel de Coral hizo "una especie de ejercicio doble". La documentalista de Vancouver Media, la productora a cargo del proyecto, le dio acceso a testimonios de víctimas de trata y de prostitución. Esa fue su primera conexión con la historia.

"Después de eso había que entender qué historias estábamos contando y cómo habíamos decidido contarla, a través de un universo que no existe, una especie de fantasía que obliga a no agregarle gravedad interpretativa a los personajes porque el mensaje y el mundo que muestra ya es lo suficientemente grave", explica.

Sánchez, que cuenta con roles en "Los Serrano" y "El embarcadero", dice que la intención del equipo era generar una verdad emocional absoluta y una honestidad sobre el mundo reflejado en "Sky rojo", "pero envuelto en una suerte de fantasía de color que abre puertas".

"No tiene quizás el peso a priori que le presupone el drama social. Sientes que te vas a sentar a ver la serie a pasarla bien porque tiene acción, coches que se estrellan, tiros, todo esto, pero de fondo tienes un mensaje que es bastante desgarrador y está ahí", agrega la intérprete española.

Yany Prado, actriz cubana, aporta otro punto a la construcción de los personajes: la ayuda de Pina y Martínez Lobato.

"Obviamente entendíamos poco la situación, simplemente saber que eran chicas víctimas de trata, eran chicas secuestradas, limitadas a su libertad porque Romeo —personaje interpretado por Asier Etxeandia— les tiene retenido el pasaporte… Era complicado ya entender y meterte en el cuerpo ya sufrías; pero cuando supimos cuál era el tono creo que fue una propuesta interesante y original de Álex para que así pudiera asimilarlo mejor el espectador cuando vea la serie. No deja de quitarle importancia al tema principal que tiene 'Sky rojo' siempre y cuando entretenga. Te la vas a pasar bien y a la misma vez vas a tomar consciencia del tema central de la serie", asegura.

Escenas explícitas

La historia se inicia en un puticlub de Tenerife, donde las mujeres abusan del alcohol y de las drogas para abstraerse de su realidad en cautiverio. El mencionado Romeo, proxeneta y dueño de Club Las Novias, secuestra sus pasaportes y también el dinero que ganan a través de un sistema de deudas del que es imposible salir, lo que termina convirtiendo la vida de las prostitutas en un trabajo de 24 horas y de siete días a la semana. Hay que "atender" clientes en todo momento, lo que da pie a una importante dosis de escenas de sexo.

Durante el último tiempo, la actriz Keira Knightley anunció que no rodaría más secuencias íntimas si el director de la producción era hombre; y Salma Hayek contó su traumática experiencia filmando un acto sexual con Antonio Banderas en "La balada del pistolero" (1993) porque nadie le avisó que tenía que hacerlo.

¿Cómo fue para ellas ese ejercicio? Lali responde.

"La verdad es que se ha tratado muy bien. Siempre una está incómoda porque son escenas que llevan mucha exposición en todo sentido y, además, lo que cuenta la escena —por fuera de nosotras como mujeres y nuestras incomodidades— es muy fuerte e incómodo de ver", apunta la intérprete argentina.

Y añade: "Pero debemos decir que todo el mundo desde el día uno al último, después de 15 meses de rodaje, ha sido ultra respetuoso entendiendo que para nosotras como actrices eran situaciones súper heavy y hemos terminado secuencias en las que veías a parte del equipo llorando. Y creo que eso es misión cumplida porque significa que todo el mundo entendía lo que estábamos contando. Nadie estaba pensando que había unas actrices en pelotas ahí adelante, no. Estaba todo el mundo consciente de trabajar en contar ese drama, esa oscuridad que tienen ese tipo de escenas, esa vejación que sufren estas mujeres. La verdad es que para nosotras, creo que hablo por las tres, ha sido bonito dentro de lo incómodo y lo sórdido, contar justo con el equipo técnico que nos tocó en 'Sky rojo' y los directores que nos ha tocado porque todo el mundo estaba en la tecla correcta para rodar estas secuencias tan difíciles".

De hecho, varias de las escenas de sexo y desnudos fueron realizados por ellas mismas.

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