Durante la novena edición de Lollapalooza Chile, los shows de "Portugal The Man" y "Fiskales ad hok" llamaron la atención por sus consignas políticas durante sus presentaciones.

La banda estadounidense realizó una intervención con mensajes dirigidos al gobierno sobre complejos temas como el caso Catrillanca, el aborto y los derechos del agua. 

Por su parte, el grupo punk utilizó la caratula de su primer disco intervenida con los rostros de distintas figuras políticas de derecha, tales como José Antonio Kast, Sebastián Piñera, Andrés Chadwick y Augusto Pinochet, entre otros, atravesadas por una lanza. 

Este último hecho generó el rechazo del gobierno, quien a través del ministro de la Segpres, Gonzalo Blumel, señaló que "las expresiones artísticas tienen que tener en consideración ese cambio cultural que estamos viviendo. Promover el odio, promover la violencia es algo que no es tolerable". 

Frente a esta situación, Sebastián de la Barra, de la productora Lotus responsable de Lollapalooza en Chile, destacó en El Mercurio que el evento es "un festival que busca manifestar sentimientos como el amor y el respeto, que son nuestros valores como empresa".

Y por esta razón, aseguraron que prefieren restarse de las declaraciones políticas "porque sentimos que es algo que no nos compete". 

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