La carne del abalón es muy codiciada en Asia por sus supuestas propiedades afrodisíacas.

Pero lo que captura el interés del FBI y otras agencias de seguridad del mundo es algo mucho menos erótico.

Las vísceras del abalón rojo albergan una enzima de características excepcionales para el análisis de drogas, según descubrió el biólogo chileno Manual Rozas.

A partir de esta enzima, Rozas desarrolló otra enzima llamada BG100, que en el último año ha sido usada en más de tres millones de análisis de droga en todo el mundo, asegura el biólogo chileno.

Los récords de eficiencia de la BG100 la han convertido en la preferida porimportantes empresas de análisis de Estados Unidos y el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés) del país, además del FBI.

Mientras que antes una pruebade análisis de opioides tardaba entre 2 y 16 horas, dependiendo de la droga, la BG100 permite obtener resultados en tan sólo una hora, explica Rozas.

Enzimas de alta eficiencia

El abalón presenta "la mejor fuente natural de enzimas beta-glucuronidasa, que es la enzima que se usa en el análisis de drogas", y la BG100 "es la mejor enzima de esta fuente disponible en el mercado", asegura Rozas.

Los clientes de Rozas usan sus enzimas para medir las drogas presentes en la orina y la sangre, tanto en humanos como en animales, y realizar pruebas antidopaje y de consumo de drogas.

Las drogas y los fármacos forman agregados moleculares en el organismo cuando se metabolizan. Lo que hacen sus "superenzimas" es "cortar" estos agregados para identificar la presencia de las moléculas de las sustancias prohibidas y cuantificarlas.

Las investigaciones de Rozas le han convertido este año en uno de los ganadores de los premios Innovadores Menores de 35 años del MIT Technology Review, la revista que publica el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés).

A su vez, Kura Biotec, la empresa que fundó, es un negocio de gran éxito en Chile.

De Puerto Varas al FBI

Rozas explica que hace dos años recibió el primer pedido del FBI, que la usa para análisis forenses, y hoy en día vende sus productos en Estados Unidos, Europa y Asia, y ya cuentan con una oficina en California.

Sus ventas superan el millón de dólares, según un artículo publicado en la MIT Technology Review.

Según Rozas, lo que le empujó a investigar los posibles usos de los restos del abalón fue tratar de encontrarle un valor agregado a los desechos de la acuicultura. Chile es el quinto productor de abalón del mundo.

"Mi padre fundó una empresa que transforma los desechos de salmones en harina y aceite, y quise aplicar la biotecnología para llevar esta valoración de desechos un paso más adelante, al uso en laboratorios", cuenta Rozas.

Graduado en la Pontificia Universidad Católica de Chile, Rozas cofundó en 2009 su primera empresa, GOMA Biotec. Tras su disolución, en 2013, fundó Kura Biotec.

En 2011 Rozas se mudó a Puerto Varas, una ciudad del sur de Chile de unos 40.000 habitantes, donde instaló un laboratorio en su casa, a pocos kilómetros de la fuente de su materia prima.

Otras superenzimas

Más recientemente, Kura Biotec ha desarrollado otras dos enzimas de fuente recombinante (EBG y BG Turbo) que también han batido récords de eficiencia.

La BGTurbo, presentada recientemente en la Feria de la Sociedad de Toxicología Forense de Texas, Estados Unidos, es cuatro veces más rápida que otras enzimas y 30% más pura.

"Es por lejos la enzima más rápida en el análisis de drogas y a la vez más pura", asegura Rozas.

Según Héctor Ara, presidente del Grupo Suanfarma y miembro del jurado de los premios Innovadores Menores de 35 años del MIT Technology Review, Rozas se ha convertido "en una autoridad internacional en bioprocesos aplicados a especies marinas".

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