A simple vista parece una planta industrial como cualquier otra -con sus torres, escaleras y tuberías- pero en realidad es única en su estilo.

Esta planta química está ahorrando 60.000 toneladas de emisiones de dióxido de carbono al año aprovechando precisamente eso: CO2.

Y lo convierte nada menos y nada más que en polvo para hornear.

"Esto es especialmente significativo porque ofrece un gran avance en la captura de CO2", comenta el analista de medioambiente de la BBC Roger Harrabin.

Ubicada en la ciudad porteña de Tuticorin, India, tiene la receta para convertir sus emisiones en carbonato de sodio, una sustancia que también se usa para la fabricación de jabón, vidrio y tintes.

Así es como funciona:

  1. La planta cuenta con una caldera de carbón que produce vapor para sus operaciones químicas
  2. Las emisiones de CO2 que salen de la chimenea de la caldera quedan convertidas en un fino rocío.
  3. Una corriente de CO2 se introduce en la planta química como un ingrediente para el carbonato de sodio.

Cero emisiones

Aquí hay que hacer una aclaratoria. Ramachadran Gopalan, el dueño de la empresa no tuvo en la mente el medioambiente cuando decidió hacer esta transformación.

"Soy un hombre de negocios, nunca pensé en salvar el planeta. Necesitaba un flujo fiable de CO2, y esta fue la mejor forma de obtenerlo", le dijo a la BBC.

Y el resultado es una planta que tiene cero emisiones de carbono.

Gopalan espera instalar una segunda caldera que le permita sintetizar fertilizante a partir de CO2.

La planta convierte el CO2 en polvo para hornear.

Esta técnica fue inventada por dos jóvenes químicos que al no poder conseguir financiamiento en India, su empresa Carbonclean Solutions obtuvo el dinero de un programa de apoyo a empresarios del Reino Unido.

Ellos utilizan un tipo de sal que se une con moléculas de CO2 en la caldera de la chimenea.

La empresa asegura que es más eficiente que los típicos compuestos de amina que se utilizan para obtener carbonato de sodio.

También aseguran que en el proceso de producción requieren de menos energía, producen menos desechos alcalinos y les permite utilizar una forma más económica de acero, lo que reduce radicalmente el costo de producción de toda la operación.

No obstante, la firma admite que esta tecnología de captura y utilización de dióxido de carbono no es la solución para revertir el cambio climático.

Aunque esperan ofrecer una contribución útil engullendo posiblemente entre el 5-10% de las emisiones mundiales del carbón.

Se estima que esta planta ahora 60.000 toneladas de CO2 al año

Para algunos expertos, esto ya son buenas noticias.

"Tenemos que hacer todo lo que podamos para reducir los dañinos efectos de la quema de combustible fósil, así que son buenas noticias que se consigan más formas de convertir CO2 en productos útiles", le dijo a la BBC Ernest Ronald Oxburgh, exjefe de la petrolera Shell y ahora director y jefe de la consultaría de captura de carbono del gobierno británico.

India es uno de los mayores emisores de dióxido de carbono, debajo de Estados Unidos, Europa, China y Rusia.

"Aunque algunos medioambientalistas piensan que la economía puede conducir a este país asiático a una revolución de energía limpia", señaló el analista dela BBC Roger Harrabin.

Es por esto que expertos en cambio climático ven con buenos ojos que en un país con 1.210 millones de habitantes tomen iniciativas como esta.  

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