Un león llamado Will fue condenado a trabajar en el circo durante 13 años, soportando deplorables condiciones de alimentación y trato, además de vivir en una pequeña y sucia jaula.

Su martirio duró hasta que fue rescatado y llevado hasta el santuario Rancho Dos Gnomos, en Brasil.

Un video registró el momento exacto en que Will era sacado de una jaula y dejado en un espacio nuevo, donde toca el cesped por primera vez. Su reacción al sentir la tierra, el pasto y las rocas, hacía notar su emoción.

Tras esta experiencia, este león vivió cinco años recibiendo los cuidados que merecía, hasta su muerte en 2011.

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