En 1973 la palabra Michai, el nombre verdadero del apodado como Rey de los Condones, entró en el diccionario de tailandés con un inusual significado que lo hace sentir muy orgulloso: preservativo.

Michai Viravaidya es conocido desde hace décadas en Tailandia por su revolucionaria campaña de sexo seguro, con la que ha salvado millones de vidas.

El sentido del humor fue uno de los factores que más lo hizo conectar con tailandeses de todas las edades: sombreros de condones, concursos para inflar preservativos en los colegios y un concurso de belleza llamado "Miss condón" son algunas de las bizarras campañas con las que Michai logró transformar la actitud social ante el uso de preservativos.

"Hay muchos usos para el condón: puedes usarlos, como ves, para guardar monedas, o para poner Coca-Cola, o si quieres también puedes usarlos como un globo para los niños más pequeños", dijo con semblante serio durante una demostración en un programa de televisión de hace décadas.

"La gente suele sentirse avergonzada al hablar de sexo, en general, en todo el mundo. Pero si traes humor a la conversación, cuando se ríen se olvidan de la vergüenza", le dijo a la BBC en una entrevista.

Condones en el mercado de frutas

En la década de los 60 Mechai se dio cuenta de que el rápido crecimiento poblacional de Tailandia estaba empujando a las familias hacia la pobreza.

"Quise hacer muy accesibles los preservativos", explica el activista, y así empezó a llamar la atención de todos los tailandeses con su mensaje.

"De niña todo el mundo sabía quién era Mechai. Lo conocíamos, esencialmente, como el Rey de los Condones", le dijo a la BBC la ex directora de Naciones Unidas, Nanda Krairiksh, que creció en Tailandia.

"Partí de la idea de que para que funcionara la planificación familiar los preservativos tenían que ser tan accesibles como los vegetales para la gente de los pueblos", recuerda Mechai.

"Así que hicimos el condón muy visible y les dijimos: "mirad, el condón es algo limpio si tu mente no es sucia"".

Y así fue como Mechai consiguió que los tenderos y los peluqueros vendieran condones.

Tras años de campaña la media de hijos por familia bajó de 7 a 2.

"De controlar la natalidad a controlar la muerte"

Durante los años 70 su campaña se centró en los derechos reproductivos de la mujer, pero en los 80 llegó con furia a Tailandia una epidemia de infecciones por el virus del VIH/Sida.

El gobierno le pidió a Mechai que se ocupara de coordinar la respuesta.

"Y así fue como el condón volvió a ser el foco de atención: pasó de ser una medida para controlar la natalidad a una medida para controlar la muerte", dice Mechai.

Hubo quien temió que la actitud tan abierta del "Rey de los condones" ante el problema del Sida en Tailandia afectara a la industria del turismo, esencial para la economía del país.

Pero el Banco Mundial valoró las medidas de prevención tomadas por Tailandia y estimó en 7.7 millones el número de vidas que se salvaron.

"Y eso fue en gran medida gracias a las medidas y a la iniciativa de Mechai", dice Krairiksh.

Político, emprendedor y actor de telenovela

En su lucha por proteger la salud de los tailandeses Mechai se metió en la política y actuó en una telenovela.

También creó una fundación sobre salud sexual, abrió una cadena de restaurantes llamada "Repollos y condones" para recaudar fondos y fundó un colegio de educación para la salud reproductiva.

Ahora, casi medio singlo después del inicio de su campaña, el público receptor de su mensaje son las nuevas generaciones.

"Las infecciones de VIH han bajado muchísimo en Tailandia, pero aunque las cifras son bajas el tipo de gente que se contagia ha cambiado hacia la nueva generación".

"Así que eso es lo que tenemos que abordar".

Mechai también le está pasando el legado de su determinación a los jóvenes, como los que se gradúan en su escuela como asesores de salud reproductiva.

"La gente no debería sentir vergüenza o miedo de los condones, porque cuando los usas proteges a los demás y te proteges a tí mismo", dice una de las estudiantes.

"Estoy intentando salvar vidas pero también oportunidades y futuros", dijo el tailandés.

"Es un privilegio trabajar en algo que hace que el mundo sea un lugar mejor".

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