El Vaticano es una institución de líderes masculinos. Pero desde diciembre de 2016, una mujer está al mando de un área de importancia vital para ese estado católico: Barbara Jatta es la directora de los Museos Vaticanos, la primera en la historia desde la creación de estos –el primero data desde los 1500-. Y si bien lugares como la Capilla Sixtina hoy reciben 6 millones de visitantes al año, y cada vez sumando más, ella cree que el reto es estar siempre accesibles para quienes quieran exponerse a sus obras de arte.

Jatta viene de una familia italiana interesada en las artes y la restauración. Ella estudió literatura, y luego se especializó en Administración de Archivos e Historia del Arte. Fue en 1996 cuando se integró a trabajar a la Biblioteca del Vaticano, donde tras un par de años quedó al mando; estaría ahí dos décadas, luego pasó a formar parte de los Museos Vaticanos. Estos nacieron en el siglo XVI, con la colección privada del Papa Julio II. Hoy, tras siglos de adquisiciones y regalos, tienen más de 70 mil obras –de las que se exponen menos de la mitad-, con firmas como Miguel Angel o Rafael.  En 2016, Barbara Jatta fue anunciada por el Papa Francisco como sucesora del director Antonio Paolucci, causando gran impresión: esta madre de tres hijos, es hoy la mujer de más alto rango en Ciudad del Vaticano.

Y los retos que tiene Jatta por delante no son pocos. Ya que la Capillla Sixtina recibe hasta 70 mil personas al día, ella y su equipo deben velar porque todas las obras se resguarden y preserven, por su inmenso valor, además de llevar el arte a nuevas generaciones en la nueva era digital. “Por supuesto que soy Católica y creo que el arte te lleva a la fe”, ha dicho ella. Si el director anterior había comenzado a planear un acceso más restringido a ciertas obras, por exceso de visitas, Jatta está proponiendo lo contrario: el arte del Vaticano es un patrimonio mundial que no se puede restar del mundo.  “También somos un Museo valores morales y espirituales”, ha dicho ella. “La Capilla Sixtina es también una capilla, y eso no se puede olvidar”. Entre sus muchos planes, está el de diversificar los accesos a los Museos para que las colecciones que son menos populares, reciban más atención del público.

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